Seis títulos sobre una mesa con la bandera del Fluminense, el club de su vida. En medio Jhon Arias, vestido con sobriedad, con una sonrisa enorme en el rostro. A su derecha tiene la Recopa Sudamericana que consiguió en 2024. A la izquierda la Copa Libertadores del 2023. Junto a esos trofeos están los estaduales, los nacionales.
Es una foto. No hay palabras, pero se nota la emoción, el agradecimiento del futbolista con el equipo que, en los últimos cuatro años, le dio todo. Así, tranquilo, sin presiones, sin molestias, valen la pena todos los finales. Más cuando la historia que termina –o se pone en pausa–, fue bonita, estuvo llena de momentos alegres, como la del futbolista chocoano en el fútbol de Brasil.
El sábado Jhon Arias se despidió, de manera oficial, de Fluminense, cuando al que llegó como un jugador joven, con proyección de crack, y del que se va para el Wolverhampton de Inglaterra como un ídolo, a cumplir el sueño de jugar en el balompié europeo.
“Quería aprovechar este espacio para agradecer por todo lo que ustedes hicieron conmigo. Pienso que soy una representación de ustedes (los aficionados del Flu). Cargaré conmigo ese peso de seguir representando al Fluminense porque aquí aprendí a demostrar amor, pasión, independientemente de cualquier cosa”, manifestó el jugador colombiano, quien llegará a la Liga Premier después de que pagaran 21 millones de euros por su ficha.