El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó las sanciones de Estados Unidos a los jueces de su país en el caso por el presunto intento golpista contra el exmandatario Jair Bolsonaro, aliado de su homólogo Donald Trump. Contra el líder ultraderechista, que gobernó Brasil de 2019 a 2023, está siendo juzgado por supuestamente conspirar para desconocer el resultado de las últimas elecciones presidenciales, en las que fue derrotado por Lula.
Le puede interesar: En Argentina la salud también da dolores de cabeza: Milei sigue con ajustes fiscales.
El gobierno gringo sancionó el pasado viernes a los jueces brasileros después de que Bolsonaro fuera obligado a usar un brazalete electrónico y a permanecer en Brasilia por una presunta obstrucción al proceso que enfrenta.
Las revocatorias de visado anunciadas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se aplican al juez de la corte suprema Alexandre de Moraes, a los jueces que lo apoyan y a sus familiares. “Mi solidaridad y apoyo a los ministros del Supremo Tribunal Federal afectados por otra medida arbitraria y completamente infundada del gobierno de Estados Unidos”, expresó Lula en un comunicado divulgado por la presidencia.
“La interferencia de un país en el sistema de justicia de otro es inaceptable y hiere los principios básicos de respeto y soberanía entre las naciones”, agregó el presidente.
El Supremo Tribunal Federal también le ordenó al exmandatario no acercarse a embajadas, autoridades de otros países ni usar redes sociales. Bolsonaro, quien alega su inocencia, denunció una “humillación suprema” por parte de los magistrados. Para Moraes, el exjefe de Estado y su hijo, el exdiputado Eduardo Bolsonaro, “buscan ostensiblemente someter el funcionamiento de la corte suprema (de Brasil) a los Estados Unidos”.
Eduardo Bolsonaro se apartó en marzo de su cargo como diputado y se mudó a Estados Unidos, donde está en contacto con autoridades y legisladores del Partido Republicano para promover sanciones contra autoridades brasileñas, incluidas las que juzgan a su padre.
En reacción a las medidas contra su padre, el exparlamentario “intensificó la conducta ilícita (...) a través de diversas publicaciones y ataques contra el Supremo Tribunal en las redes sociales”, afirmó este sábado Moraes en un despacho, citando un mensaje de Facebook en el que el hijo del expresidente lo llama “gangster de toga” y avisa que sus decisiones tendrán “consecuencias imprevisibles”.
Crisis diplomática entre Brasil y Estados Unidos
El juicio al expresidente ha generado una crisis diplomática entre Washington y Brasilia. Trump anunció aranceles del 50 % a la exportaciones brasileras a partir del 1 de agosto por lo que considera una “caza de brujas” contra Jair Bolsonaro y Lula ha amenazado con medidas recíprocas.
Esta semana, la Fiscalía brasileña pidió la condena de Bolsonaro por supuestamente liderar una conspiración fallida para impedir la asunción de Lula. Los esfuerzos del Supremo Tribunal de Brasil por regular las redes sociales también son rechazados por el gobierno de Trump.
En 2024 Moraes bloqueó temporalmente X (antiguo Twitter) en todo Brasil hasta que la red cumpliera su orden de eliminar las cuentas acusadas de difundir desinformación.
Posteriormente, el magistrado ordenó suspender Rumble porque esta plataforma para compartir videos, popular entre los conservadores y la extrema derecha, se negaba a bloquear la cuenta de un usuario residente en Estados Unidos que era buscado por difundir desinformación.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil “creó un complejo de persecución y censura tan amplio que no solo viola los derechos básicos de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil para tomar como blanco a los estadounidenses”, dijo Marco Rubio al anunciar las sanciones a Moraes y otros jueces.
Para más noticias sobre Estados Unidos, América Latina y el mundo, visite la sección Internacional de EL COLOMBIANO.