x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

El trágico final de Rubén, el trabajador funerario que fue asesinado en pleno “Plan pistola” en Antioquia

Era empleado de una funeraria de Medellín y fue atacado a tiros de fusil cuando realizaba la ruta Medellín–Caucasia el pasado jueves. Dejó una hija de 14 meses. Autoridades no tenían registro del hecho.

  • Adelante, don Rubén Silva Palacio, en una de sus labores como conductor. Atrás, el vehículo que conducía y que fue atacado en el “Plan pistola”. FOTO: Cortesía
    Adelante, don Rubén Silva Palacio, en una de sus labores como conductor. Atrás, el vehículo que conducía y que fue atacado en el “Plan pistola”. FOTO: Cortesía
  • Así quedó el vehículo tras el ataque armado perpetrado contra don Rubén. FOTO: Cortesía.
    Así quedó el vehículo tras el ataque armado perpetrado contra don Rubén. FOTO: Cortesía.
  • Don Rubén atravesando algún río del país en uno de los vehículos funerarios. FOTO: Cortesía
    Don Rubén atravesando algún río del país en uno de los vehículos funerarios. FOTO: Cortesía
  • Don Rubén Silva en otra de sus correrías por algún pueblo del país. FOTO: Cortesía.
    Don Rubén Silva en otra de sus correrías por algún pueblo del país. FOTO: Cortesía.
28 de abril de 2025
bookmark

Decir que el ambiente en una funeraria es triste resulta una obviedad. Sin embargo, lo ocurrido este lunes 28 de abril en Medellín superó cualquier expresión de dolor habitual: empleados fúnebres, compungidos y con listones negros en sus solapas, cargaban una tristeza profunda. En la Sala Villanueva era velado uno de los trabajadores más queridos de una funeraria local, asesinado mientras cumplía su labor en el Nordeste antioqueño. Que cruel ironía era presenciar el funeral de un funerario.

Don Rubén Darío Silva Palacio era un hombre de 58 años, empleado hace 18 años de la Funeraria San Vicente. Pero también era un hermano querido que de joven se echó el hogar materno al hombro; y también fue un padre “tardío”, que rebosaba amor por su esposa y su hija. Un hombre lleno de reconocimientos al que tristemente este conflicto absurdo le colgó uno más: ser tal vez la primera víctima civil en Antioquia del actual “Plan pistola” contra la Fuerza Pública.

Las explosiones y los tiros de fusil sorprendieron a don Rubén mientras transportaba un féretro en la ruta Medellín–Caucasia en la noche del pasado jueves 24 de abril. Pese a que don Rubén sobrevivió al ataque, posteriormente la gravedad de las heridas infligidas derivaron en una muerte cerebral y en su posterior fallecimiento.

“No hubo auxilio para él”

Sobre el día de su asesinato, desde la Funeraria comentaron que don Rubén salió de Medellín hacia Caucasia tomando la nueva vía que pasa por Zaragoza y Remedios. Cerca de las 8:30 p.m., cuando estaba cruzando cerca de un punto conocido como el estadero El Deseo, en Zaragoza, una onda explosiva sacudió la camioneta Renault Trafic con la que habitualmente hacía sus labores. Tras la detonación, el vehículo fue agarrado a tiros de fusil por hombres armados quienes lo atacaron por todos los flancos.

Según pudo conocer este diario con otras fuentes, Rubén –quien viajaba solo– fue herido en su cabeza. Tal vez por la adrenalina no era consciente de que había resultado gravemente herido pero como pudo contactó a uno de sus colegas para avisar lo sucedido, porque él no podía terminar el trabajo. Así de grande era su nivel de entrega por su trabajo.

Así quedó el vehículo tras el ataque armado perpetrado contra don Rubén. FOTO: Cortesía.
Así quedó el vehículo tras el ataque armado perpetrado contra don Rubén. FOTO: Cortesía.

Tras la alarma por el ataque se habría dado aviso a las autoridades para rescatar y atender a don Rubén. Pese a que se prometió enviar ayuda, según supo EL COLOMBIANO, esta no llegó pese a que el peaje Fraguas estaría a ocho minutos de distancia.

“Nos dijeron que ya iba la ambulancia con la Policía. Pero Rubén se quedó solo en la mitad de esa carretera herido de muerte. Desde Segovia salió otro carro con un colega para recoger al fallecido y llegó como antes de las 10:00 p.m. Pero cuando vio a Rubén tan herido, como pudo se lo trajo a Segovia. Él decía que no se podía morir por su niña. Al hospital llegaron como a las 11:00 p.m. A la 1:30 a.m. lo entubaron porque no podía respirar. A las 5:00 a.m., del viernes llegó al San Vicente remitido de Segovia pero ya venía con muerte cerebral... Y nosotros pensando que apenas lo habían herido con esquirlas...”, comentó uno de los allegados a Rubén que conoció el caso.

Tras una estancia de todo el sábado en una UCI del San Vicente, su familia decidió desconectar a don Rubén y donar sus órganos. Finalmente fue velado en la Sala Villanueva y posteriormente enterrado en el cementerio de San Pedro donde muy posiblemente por su labor fue infinidad de veces, solo que esta vez fue su último viaje.

El pilar de su familia

Familiares de Silva accedieron a hablar con EL COLOMBIANO. Contaron que nació en Medellín y toda la vida la pasó en Aranjuez, barrio que amaba como un loco. Desde joven, junto a su hermano mayor, se volvieron el sostén de la casa y en esa figura en la que se refugiaba el resto de la familia. “Él fue un padre, un amigo, un guía que siempre velaba por nuestra madre y nosotros su hermanos”, comentó su hermana Sandra.

Su hermana Eliana dijo de él que –a raíz de sus ocurrencias y su buen humor– en la familia le decían Carroloco. “Le encantaba vernos reunidos sobre todo en Navidad, fecha que adoraba. Él era el pilar de toda la familia. Se lo defino como un ser auténtico con una capacidad increíble de amar. Una persona de una honestidad total y una entrega absoluta y apasionada por su trabajo y su familia”, añadió Eliana.

Por su don de gentes, su alegría, pero sobre todo por su respeto y espíritu altruista, don Rubén trabajó por casi 30 años en varias funerarias de la ciudad como la Gómez, la Medellín, Los Olivos, La Piedad y La Graciano, que era la de su querido Aranjuez. En la San Vicente don Rubén era conductor y transportador.

“Él llegaba y se presentaba ante las familias, les explicaba quién era, qué ruta iban a hacer, pero sobre todo les decía que él estaba para lo que ellos necesitaran. Él decía eso sin que nadie de acá se lo hubiera enseñado. Lo decía porque así le nacía. Es que el era como el 'embajador de la Funeraria'”, comentó Isabel Arango, directora administrativa de la San Vicente, aún con la voz quebrada.

Don Rubén atravesando algún río del país en uno de los vehículos funerarios. FOTO: Cortesía
Don Rubén atravesando algún río del país en uno de los vehículos funerarios. FOTO: Cortesía

En 18 años don Rubén recorrió gran parte del país cumpliendo su labor con abnegación. Desde la Guajira hasta Tulcán en Ecuador. Desde el Urabá hasta la frontera en Cúcuta. Hasta la Amazonía fue a parar don Rubén. En una foto aparece sonriente y montado en un ferry junto a una camioneta fúnebre mientras atravesaba un río. En otra se le ve en una chalupa cruzando las aguas de alguna población. Eso sí, en todas ellas se le ve vestido impecablemente con el uniforme de la funeraria.

“Es que él siempre viajaba con su ropa de trabajo y permanecía con el uniforme –y el carné colgado– todo el tiempo. Aún en los derrumbes lo veían de botas pantaneras, pero también con su camisa y su corbata. Él hacía lo que fuera para terminar el servicio como se debía”, añadió Arango.

En sus recorridos laborales al Chocó aprovechaba y recogía ayudas entre su familia y allegados y terminaba entregando a algunas de las comunidades necesitadas del vecino departamento.

“Él siempre ayudó con una palabra, un gesto o con lo que fuera. A él no le importaba el destino, desde que hubiera viaje él era feliz porque amaba la carretera. Él solo esperaba el destino y a quien iba a encontrar. Muchas veces empataba un viaje con otro porque así se sentía útil”, detalló Eliana.

Don Rubén Silva en otra de sus correrías por algún pueblo del país. FOTO: Cortesía.
Don Rubén Silva en otra de sus correrías por algún pueblo del país. FOTO: Cortesía.

El corazón de Rubén al parecer se lo repartían su trabajo y su familia, pero sobre todo su pequeña hija Celeste, la cual nació luego de unirse en matrimonio hace tres años.

Sí, don Rubén fue un papá “tardío”. Pero tal vez todos esos años en los que se demoró para serlo aprovechó para acumular un amor incalculable por esa pequeña por la que siempre pedía que le enviaran fotos y videos cuando él estaba lejos. Ella, casualmente este 28 de abril cumplió 14 meses de vida.

Carro solo fue recuperado el lunes

Ante la denuncia de que las autoridades no habrían atendido con prontitud el llamado de auxilio de don Rubén, EL COLOMBIANO las buscó para conocer su versión. Sus respuestas, a cuatro días del suceso, fueron estas:

La Policía Antioquia comentó que en sus reportes no figuraba el mortal ataque que le costó la vida a don Rubén. Tampoco precisó si recibieron el llamado de auxilio ni si lo contestaron. Igual hizo La Brigada 14 del Ejército, que opera en la zona, la que dijo que tampoco tenía reportes del incidente.

Por su parte, la concesión Autopistas del Nordeste dijo que sí supo del ataque, pero al cierre de esta edición no especificó cómo fue la atención del hecho.

Mientras que la Secretaría de Seguridad de Antioquia dijo que tiene registrado el ataque, pero que en el reporte aparece que solo hubo un herido. Y esto pese a que don Rubén ya fue enterrado.

Es más, este diario supo que la camioneta que conducía don Rubén apenas pudo ser recuperada ayer lunes, casi cuatro días después del ataque, a cuenta y riesgo de la Funeraria, pues el pasado viernes armados con presencia en el sitio se habrían interpuesto para que el mismo pudiera ser rescatado.

Por ahora el gremio funerario evalúa que medidas de seguridad tomará ante este inusitado ataque que por primera vez los pone como víctimas, situación que los llena de un justificado temor y desolación.

“Parece que el ataque no iba para nosotros y todo fue una confusión porque la camioneta nuestra se parecía a las de la Policía. Pero aún así hoy ya hay un muerto. Eso quiere decir que, pese a que hemos gozado de respeto de los armados durante el conflicto, hoy también somos posibles blancos”, añadió Arango.

Volviendo a la despedida de don Rubén, con el paso de las horas más ramos y condolencias seguían llegando a la sala Villanueva. Voces de aliento para la familia llegaron del Chocó y hasta una funeraria del Amazonas mandó sus condolencias ante la pérdida.

“Estamos sorprendidos, no sabemos donde poner más ramos. Esto es increíble, las condolencias nos tienen desbordados. Nos tienen admirados tantas muestras de amor por Rubén. Pero eso solo demuestra una cosa, Rubén se dedicó a entregar amor por todo lado, y vea, justo hoy lo estamos recogiendo”, comentó Eliana.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD