Son al menos siete hipopótamos que se ven pastando, tranquilos, en medio de la noche, en el corregimiento Doradal, en Puerto Triunfo, en el Magdalena Medio antioqueño. La escena se ha repetido hasta el cansancio: los animales salen solos o en manada, recorren las calles del pueblo, a veces se acercan mucho a la gente, en ocasiones hay denuncias de que matan ganado, los habitantes los graban y en redes sociales los videos se viralizan.
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Es una escena tan repetida como las alarmas que prenden cada tanto autoridades ambientales como Cornare, cada vez que se dan avistamientos, porque aunque las especies pueden lucir curiosas y adorables y el deber es proteger la fauna, lo cierto es que estos en particular también representan importantes riesgos para los pobladores, afectan los ecosistemas y las especies endémicas de la zona y se reproducen sin control desde que Pablo Escobar trajo unos cuantos individuos de África para su zoológico en la Hacienda Nápoles, que luego quedaron a la deriva y terminaron generando una población de más de 200 hipopótamos en la región del Magdalena Medio y no solo en territorio antioqueño.
En fin, tras conocerse el más reciente avistamiento de hipopótamos en Doradal, que quedó grabado en un nuevo video, David Echeverri López, jefe de la Oficina de Gestión de la Biodiversidad de Cornare, reiteró que estos animales fueron catalogados en Colombia como una especie invasora y que su presencia representa una problemática ambiental y social que desborda las capacidades financieras y técnicas de la corporación para encontrar soluciones de fondo y evitar que la población aumente.
Es que la situación en el Magdalena Medio por cuenta de los hipopótamos que se han reproducido a lo largo de los años sin control es alarmante. En septiembre del año pasado se conoció un estudio realizado por nueve expertos en cabeza del biólogo Rafael Moreno, según el cual no se trataba solo de un grupo grande de estos animales habitando los terrenos de la Nápoles, sino que para ese entonces ya se habían confirmado siete grupos distintos dispersos por el territorio.
Para entonces se había logrado observar 169 individuos, lo que arroja una población estimada de entre 181 y 215. Y claro que el grupo Nápoles es el más grande, con un tamaño poblacional estimado de 117 individuos, que habitan un área aproximada de 8,3 km² y concentran sus actividades en dos áreas núcleo que suman 2,2 km² asociadas a los lagos de la Hacienda Nápoles y a los ecosistemas acuáticos del corregimiento de Doradal. Por ello, es común que las personas los vean de cerca.
De hecho, ante las nuevas imágenes de hipopótamos en Doradal, Echeverri volvió a hacer un llamado al Ministerio de Ambiente para que entre a jugar un rol contundente, sobre todo porque los animales ya no se quedan en una única zona, con lo cual pueden estar en jurisdicción de Cornare, pero también de Corantioquia o de Corpoboyacá, por poner unos ejemplos.
“La población de hipopótamos se ha venido dispersando aguas arriba y aguas abajo del Magdalena; entonces, se trata de una problemática de orden nacional. Cornare y su equipo técnico ha venido avanzando en la búsqueda de soluciones y ante ello hemos buscado la manera de realizar esterilizaciones quirúrgicas que si bien no solucionan la problemática de fondo, sí atenúan un poco parte de ella y es el crecimiento poblacional acelerado y descontrolado de esta especie”, dijo el biólogo.
Sin embargo, hay que recordar que una de las alternativas que se considera más viable es hacer un traslado de hipopótamos hacia lugares del mundo que cuentan con recursos y garantías para albergarlos dentro de colecciones de animales, como es el caso de India, México y algunos otros países con entidades que han manifestado el interés que contribuir con Colombia en estos procesos.
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Al respecto, Echeverri sostuvo que aún se está en la etapa de gestiones para obtener los permisos requeridos, entre ellos los sanitarios, que permitan llevar a cabo con éxito los traslados. Esto es una urgencia, porque los hipopótamos tienen la capacidad –como muy pocas especies– de modificar drásticamente el entorno físico. Investigaciones como las de Moreno y su equipo dan cuenta de que ya abrieron canales y transformaron la dinámica hidrológica, alterando la disponibilidad de hábitat, los recursos necesarios para la subsistencia de decenas de especies y los procesos ecológicos a diferentes escalas.
Por su lado, los análisis del Humboldt, el Instituto Sinchi, Invemar y Universidad Nacional realizados en 2020 señalan que ante el aumento de temperatura por el cambio climático también aumentará la compactación de los suelos por la presencia de los hipopótamos. Está demostrado que estos invasores reducen la abundancia de macroinvertebrados, eslabón clave en la cadena alimenticia acuática. Esto significa que especies de peces necesarias para el sustento de miles de personas desaparecen o se desplazan. Se sabe desde hace años que los hipopótamos consumen 50 kilogramos de hierba diaria, lo que apenas se supo es que hay 200 especies de plantas en su potencial dieta y tres de estas endémicas, que cumplen funciones irremplazables en el ecosistema.
Y esto sin contar el riesgo para las personas. De hecho, hace unos meses, un campesino de Doradal denunció que un hipopótamo que habitaba cerca de su finca le había matado dos animales de su ganado. El hombre dijo también que había notado un aumento de la agresividad en el animal invasor. Por eso, el llamado a las personas siempre ha sido a que tengan mucho cuidado cuando vean de cerca a uno de estos individuos, a no acercarse demasiado ni tocarlos ni molestarlos, porque puede terminar en una emergencia.
Echeverri les pidió a los habitantes de Puerto Triunfo y de otros municipios en jurisdicción de Cornare, que cuando avisten uno de estos hipopótamos reporten de inmediato a la corporación al correo electrónico cliente@cornare.gov.co o a la línea de emergencias con fauna silvestre. “Adicionalmente del reporte es muy importante que todas las personas reconozcan en esta especie una especie invasora, una especie con un comportamiento que es impredecible y que en cualquier momento puede generar un ataque hacia una persona; entonces, la recomendación siempre será mantener distancia, informar a las autoridades correspondientes, no agredir, no molestar, no invadir los espacios en los que estén transitando estos animales porque son bastante peligrosos”, puntualizó el biólogo.