Colombia sigue siendo el principal exportador de cocaína hacia Estados Unidos, al menos así lo reveló un informe reciente de la Administración para el Control de Drogas de ese país (DEA). De acuerdo con el programa, el 84% de las incautaciones de cocaína fueron rastreados hasta territorio colombiano.
“El tráfico y el abuso de cocaína ha sido una grave amenaza de drogas en Estados Unidos durante más de cuatro décadas y su persistencia es una preocupación constante para las autoridades policiales y de salud pública. Colombia sigue siendo el principal país de origen de la cocaína que entra a Estados Unidos, seguida de Perú y Bolivia”, se lee en el informe anual de la DEA.
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La tendencia entonces se mantiene. Durante los últimos 25 años, Colombia ha sido señalada como el principal país exportador de la cocaína hacia Estados Unidos. La droga colombiana, según el informe, también aumentó su pureza: en 2023 era del 86% y el año pasado subió al 88%.
“Los cárteles con sede en México obtienen cargamentos de cocaína de varias toneladas desde Sudamérica y los contrabandean por mar, aire o tierra a México, Centroamérica y el Caribe para su posterior traslado a Estados Unidos”, apuntó la DEA.
EL COLOMBIANO ya documentó que en Colombia hay presencia de emisarios de los carteles mexicanos de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y los Zetas. Tienen alianzas para el tráfico de drogas con los grupos armados ilegales.
Los carteles son el brazo financiero y los disidentes controlan las armas y ejercen presión sobre los campesinos para mantenerlos concentrados en cultivar, exclusivamente, la hoja de coca.
“Los carteles inyectan a los grupos armados grandes capitales y armas y, a su vez, se articulan a través de trabajo conjunto en función de la regulación de la cadena de producción de la cocaína”, le había explicado a este diario Francisco Javier Daza, coordinador Paz y Posconflicto de la Fundación Paz y Reconciliación.
Los carteles de droga, por su parte, saben que su alianza con los armados les permite acaparar ganancias y cubrir la demanda en un mercado que representa 11.680.000 consumidores de cocaína solo en América del Norte, Centro y Sur, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
“Una vez en Estados Unidos, los grupos criminales y las pandillas callejeras con sede en Estados Unidos distribuyen la cocaína, parte de la cual se convierte en crack a nivel local”, apuntó la DEA en su informe anual.
Solo en la frontera suroeste de Estados Unidos se incautaron 17.000 kilos de cocaína el año pasado.
El impacto de la droga en la salud pública sigue siendo una preocupación. El año pasado se registraron 22.678 muertes por sobredosis.
La agencia antodrogas también alertó por la creciente mezcla de cocaína con fentanilo, un opioide sintético que puede ser letal.
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