El presidente Gustavo Petro viajará este fin de semana a la posesión de Daniel Noboa, quien se reeligió para un nuevo periodo como mandatario de Ecuador. La noticia haría parte del paisaje informativo sino fuera porque el mandatario colombiano no había reconocido a su homólogo y expresó duros cuestionamientos sobre el proceso electoral.
La posición de Colombia sobre ese escrutinio no fue unánime. Incluso, a mediados del pasado mes de abril, el jefe de Estado colombiano dijo: “Hay una lista negra de opositores en Ecuador que están siendo perseguidos. El Gobierno de Colombia le dará asilo a todo el que llegue a territorio colombiano”.
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Pasaron las semanas y todo parece que Petro se “reconcilió” con Noboa. Esto tras un breve diálogo hace unos días en Ciudad del Vaticano en medio de la misa del papa León XIV en la que asistieron decenas de mandatarios y líderes del mundo.
La desautorización de Petro a Sarabia
En el mensaje, el presidente no había reconocido a su homólogo ecuatoriano y desconoció lo dicho por su propia canciller, Laura Sarabia.
“Felicitamos al nuevo presidente de la República del Ecuador, Daniel Noboa. El hermano pueblo de Ecuador puede siempre contar con Colombia para trabajar juntos por una América Latina libre, soberana y en paz”, dijo la ministra.
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Por medio de X, el jefe de Estado aseguró que, antes de reconocer el resultado de la jornada electoral en Ecuador, “el gobierno (de ese país) debe entregar las actas de cada mesa para ser verificadas. Hasta el momento me expresaré oficialmente”.
Según asegura el mandatario, sus dudas frente a los resultados estarían sobre la presunta inseguridad que se vivió en algunas ciudades de Ecuador al momento de votar.
“Los informes que recibo son preocupantes. Leonidas Isa, excandidato indígena, fue detenido unos días antes. Las zonas de mayoría de la oposición fueron puestas bajo estado de sitio y control militar dos días antes de las elecciones. La dirección de las elecciones siempre estuvo bajo vigilancia militar directa y armada con rostros en capucha Cada mesa tuvo fuerte presencia militar uniformada y con armas. Hay veedores extranjeros que tuvimos que proteger porque tenían temor de no poder salir. Impidieron la salida del país de un veedor argentino”, dijo.
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