Desde las elecciones de 2018, la Alianza Verde se ha consolidado como una de las fuerzas políticas alternativas más fuertes en el país. Y, aunque desde ya se prepara para capitalizar ese impulso para las elecciones presidenciales del próximo año, esta vez podría no ser tan fácil por la división que presenta esa colectividad.
El motivo es claro. Desde hace varios meses ha buscado conformar una coalición amplia (ver Radiografía), y ya hay varios nombres confirmados: Sergio Fajardo, Ángela María Robledo, Jorge Robledo y Antonio Sanguino, pero distintos sectores (tanto adentro como afuera del partido), están a la espera de confirmar la entrada de otro jugador en el mapa: el senador Gustavo Petro.
Estos dos nombres (Fajardo y Petro) es lo que ha llevado a esa división que parece, no llevará a un buen puerto.
Y no parece sencillo. Aunque el presidente de la Alianza, Antonio Navarro, dijo que su partido estaba en diálogos exploratorios con Colombia Humana, esto no significa que un acuerdo esté cercano. Entre otras cosas, por las diferencias entre el exalcalde de Bogotá y el exgobernador de Antioquia, quien incluso, en la segunda vuelta presidencial de 2018, cuando se enfrentó con Iván Duque, optó por no apoyarlo.
Acuerdos y diferencias
A inicios de febrero, Colombia Humana (movimiento de Petro), el Polo Democrático, Unión Patriótica y Mais anunciaron un frente amplio, que llamaron Pacto Histórico, con dos metas: la mayoría legislativa y la Presidencia.
En ese momento, una de las preguntas más comunes fue si habría alianza entre Petro y Fajardo. El primero no descartó la opción, pero tampoco la dio por segura. “Estaríamos dispuestos a eso, porque la propuesta de Pacto Histórico es para toda la sociedad colombiana”, dijo.
No obstante, Fajardo se ha mostrado más reacio a que esta sea una posibilidad. Y, aunque no lo ha negado de tajo, ha insistido que, para la primera vuelta en 2022, se elegirá un candidato único entre los nombres ya confirmados.
EL COLOMBIANO consultó a Gustavo Petro y su equipo de comunicaciones, pero a la hora de escribir este artículo no obtuvo respuesta; desde la orilla de Sergio Fajardo, la respuesta fue que no se pronunciarían sobre el particular.
Divisiones internas
El asunto está en que las diferencias ya empezaron a marcarse. La más reciente fue el pasado viernes, cuando Unidad Democrática, un sector de este partido dirigido por el exsenador Luis Carlos Avellaneda, anunció que salía de Alianza Verde para, justamente, respaldar el Pacto Histórico.
“Es una decisión que (...) nos pone por fuera de la Alianza Verde, dado que allí se está consolidando una línea de acción que, al colocar reparos a la amplia convergencia, nos llevaría a repetir lo vivido en 2018”, señaló Unidad Democrática en un comunicado.
Otros miembros de los verdes, como el representante Inti Asprilla, ha mostrado su rechazo a la posibilidad de apoyar una posible candidatura de Fajardo. También, por ese motivo, la líder indígena Fabiola Piñacué renunció a este partido hace una semana.
Aún es pronto para saber si esta división afectará las aspiraciones electorales de los involucrados. Sin embargo, y con el reciente ejemplo de 2018, está el temor de que, en efecto, la centro-izquierda vuelva a fallar en su cometido por llegar al poder