El anuncio del expresidente Álvaro Uribe de volver a aspirar al Senado sacudió con fuerza el panorama político y judicial en Colombia. No solo porque sobre él pesa una condena de 12 años en primera instancia por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal, sino porque su regreso coincide con un momento de reconfiguración interna en el Centro Democrático, partido que fundó y que atraviesa tensiones por liderazgos y candidaturas.
Hasta hace poco, el exmandatario estuvo asociado más a los estrados judiciales que a la política. Es el primer expresidente colombiano con una condena en su contra y durante meses enfrentó un juicio mediático cuyo veredicto resultó adverso.
Hoy por hoy, su situación judicial está marcada por un doble carril. “Tendríamos que dividir entre las investigaciones en curso de las cuales aún no haya definición judicial, y el proceso por el cual fue condenado en primera instancia”, explicó Hernando Herrera, director de la Corporación Excelencia en la Justicia.
En el caso de que Uribe sea elegido senador, recuperaría su fuero y “esas investigaciones pasarían automáticamente a la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia”.
Respecto al proceso que ya produjo una condena, Herrera precisó que este sigue su curso ordinario. “Frente al cual ya se produjo una sentencia en primera instancia y que está apelada, esa sigue el mismo curso, quiere decir, no hay ninguna variación, y la apelación, o el examen de la apelación, le corresponde al Tribunal Superior de Bogotá, sala penal, tal y como en este momento se está conduciendo”.
Lea aquí: Oficial: Álvaro Uribe buscará volver al Senado y participará en las elecciones en 2026
En redes sociales ya se desató la controversia sobre la legalidad de su postulación. El debate gira en torno a si un ciudadano con una condena en primera instancia, como es el caso de Álvaro Uribe, puede aspirar al Senado mientras el fallo no esté en firme. Juristas y analistas recuerdan que, en el marco de la legislación colombiana, la inhabilidad solo se configura cuando existe una sentencia ejecutoriada. Por eso, aunque políticamente resulte polémico, desde el punto de vista jurídico el expresidente aún puede inscribirse como candidato y eventualmente ser elegido.
“Para el caso del expresidente, la sentencia no está en firme. ¿Por qué? Porque frente a ella se interpuso un recurso de apelación. Así las cosas, y hasta que se resuelva ese recurso, podría ser inscrito como candidato y eventualmente ser elegido”, añadió Herrera.
De hecho, cuando el director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo, oficializó la aspiración de Uribe, subrayó que antes de cualquier discusión política debe resolverse su situación judicial.
“Si los temas judiciales se lo permiten, el presidente Álvaro Uribe será el número 25 en la lista al Senado (...) No es que él haya aceptado la nominación, él fue el que la propuso y obviamente para el partido es un honor que él esté pensando en un momento tan difícil para Colombia”, declaró.
Álvaro Uribe Vélez : la condena
El expresidente Álvaro Uribe Vélez fue condenado en julio a 12 años de prisión tras ser hallado culpable en primera instancia por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. La decisión lo convirtió en el primer exmandatario colombiano con una condena de este tipo.
Entérese: Fallo de tutela ordena libertad del expresidente Álvaro Uribe
De acuerdo con el expediente, Uribe habría liderado una estrategia para manipular testigos con el fin de favorecer su defensa en un proceso en el que se le señalaba de tener vínculos con estructuras paramilitares. La investigación estableció que el expresidente, en coordinación con su entonces abogado Diego Cadena, también condenado, buscó acercamientos con exparamilitares recluidos en diferentes cárceles del país para que entregaran declaraciones falsas que lo exoneraran de responsabilidad.
Según la Fiscalía, esos acercamientos incluyeron ofrecimientos de beneficios jurídicos y hasta pagos en dinero a cambio de que los testigos se retractaran de sus afirmaciones o negaran cualquier nexo del exmandatario con grupos armados ilegales. Estas maniobras, que en su momento fueron presentadas como parte de una estrategia de defensa, terminaron configurando los delitos por los que hoy Uribe enfrenta un proceso judicial sin precedentes.