Colombia debía demostrar de qué estaba hecha, golear a Bolivia para llegar más tranquila a la última fecha, y lo hizo con creces. El estadio Gonzalo Pozo, de Ecuador, vibró con una sinfonía de goles que no solo llenó de esperanza a toda la afición, sino que también puso a la Selección Femenina en la antesala de la clasificación a las semifinales de la Copa América Femenina. Con un contundente 8-0 sobre Bolivia, la Tricolor no solo cumplió con su deber de ganar, sino que lo hizo con autoridad, pasión y la elegancia de un equipo que se ha reencontrado con su mejor versión.
El reto era claro: una victoria holgada para llegar a la última fecha con mayor tranquilidad y mejores opciones de clasificación a semifinales. Y Colombia respondió con una actuación de alto calibre. Daniela Montoya, símbolo de experiencia y corazón en el mediocampo, marcó un doblete que encendió la mecha de la fiesta. A su lado, Mayra Ramírez aportó su cuota goleadora, al igual que Linda Caicedo, Wendy Bonilla, Jorelyn Carabalí y Valerín Loboa, quienes también gritaron gol. Hasta el infortunio boliviano colaboró con un autogol de Anabel Flores.
Ocho goles que valen más que tres puntos. Ocho gritos que resonaron con fuerza en cada rincón del país. Ocho razones para creer.
Con esta victoria, Colombia alcanzó las siete unidades en el grupo y quedó muy cerca de asegurar su presencia en semifinales. La diferencia de gol, ahora de +11, permite incluso perder el próximo viernes ante Brasil (7:00 p. m.) y aun así avanzar, siempre y cuando Venezuela —que descansó en esta jornada— derrote a Paraguay, pero no supere esa diferencia de gol. Hoy por hoy, la Vinotinto tiene un +4, lo que la obliga a una hazaña difícil si quiere desplazar a la Tricolor del camino.
Este resultado también dejó una marca para la historia: Colombia se convirtió en la tercera selección que alcanza los 100 goles en la historia de la Copa América Femenina, después de gigantes como Brasil y Argentina. Una cifra que habla del crecimiento sostenido de un equipo que sigue alimentando su sueño con cada presentación. Además, es el tercer 8-0 a su favor en la historia del certamen, tras los logrados en 2003 ante Venezuela y en 2010 frente a Uruguay.
Las dirigidas por Ángelo Marsiglia han ido de menos a más en esta edición del torneo. Comenzaron con un empate ante Venezuela que dejó dudas, pero han sabido levantarse con carácter y juego colectivo, logrando dos victorias consecutivas (Paraguay y Bolivia) que reavivan el espíritu competitivo del plantel. Ahora, la gran prueba será ante Brasil, la potencia del grupo y una de las candidatas al título.
Pero Colombia ya no es la misma: ha encontrado equilibrio, confianza y gol. Y con figuras como Linda Caicedo encendiendo la chispa en cada jugada, Daniela Montoya liderando con sabiduría y una defensa que se ha fortalecido, la ilusión está más viva que nunca.
El país ya sueña. Y ellas, las guerreras de la Tricolor, están cada vez más cerca de convertir ese sueño en realidad.