Su influencia este año en el equipo la respaldan las cifras: con él en la cancha, el verde ha alcanzado un desempeño del 60 %; cuando no ha estado, ese rendimiento baja al 40 %. Todo un reto superar su ausencia ante Nacional de Uruguay.
Atlético Nacional se juega este miércoles (5:00 p.m.) una carta crucial en su camino por la Copa Libertadores: visitar al Nacional de Uruguay con la ilusión de sellar el primer lugar del grupo. Pero en esa tarea decisiva no estará uno de sus pilares más influyentes de la temporada: Edwin Cardona. Una baja más que sensible, no solo por su jerarquía, sino por lo que sus números reflejan en la realidad ofensiva del equipo verdolaga.
El ‘10’ ha sido el motor, la pausa y la chispa de un Nacional que en 2025 ha marcado 45 goles. De esos 45, Cardona ha estado directamente involucrado en 14: 8 goles y 6 asistencias. Es decir, el 31% de la producción ofensiva del equipo pasa por sus pies. Cuando él aparece, Nacional tiene más fútbol, más claridad en el último tercio, más opciones. Y cuando no está, los números evidencian un retroceso.
En lo que va del año, el volante ha disputado 15 partidos como titular en la Liga BetPlay. El saldo: 8 victorias, 5 empates y apenas 2 derrotas. A eso se suman los dos encuentros de la Superliga ante Atlético Bucaramanga, ambos empatados, aunque con título para Nacional gracias a los penales. En Libertadores, Cardona ha estado presente en los 5 juegos disputados hasta ahora, incluso en el de visitante ante Bahía en Brasil, donde ingresó en el minuto 63.
Con él en cancha, Nacional ha sumado 11 victorias, 7 empates y solo 4 derrotas en 22 partidos oficiales. Un rendimiento del 60,6%, que en un semestre de reconstrucción es una cifra considerable. Su capacidad para asociarse, para filtrar pases y para definir jugadas ha sido una constante en el andar del equipo que dirige Javier Gandolfi.
Sin embargo, cuando Cardona no ha estado, el panorama cambia de manera notable. En los cinco partidos que se ha perdido este año, Nacional solo ha ganado dos (ante La Equidad y Llaneros), y ha caído en tres ocasiones (contra Bucaramanga, Águilas Doradas y Junior). Es decir, tres de las siete derrotas del año han llegado en su ausencia. El rendimiento sin él baja al 40%, un 20% menos que cuando juega. Esa diferencia es contundente y habla, sin necesidad de más adjetivos, de su peso en el funcionamiento del equipo.
Este miércoles, frente al Bolso uruguayo, será la primera vez que Cardona no esté disponible para un duelo de Copa Libertadores. Y lo será nada menos que en el juego que define el liderato del grupo. Nacional ya está clasificado, sí, pero quedar primero le daría la ventaja de cerrar la serie de octavos en el Atanasio Girardot, un detalle que puede inclinar la balanza en la ronda decisiva.
No será fácil. Nacional no solo deberá superar a un rival exigente y a la presión del Gran Parque Central, sino también a la estadística que dice que cuando no está Edwin, hay más posibilidades de perder. Esa es la tendencia que el verde deberá romper. Porque llorar sobre la leche derramada no sirve de nada, y porque el fútbol también es de quienes se levantan en los momentos difíciles.
El reto para Gandolfi será encontrar alternativas. Quizá más verticalidad, quizá más presión alta, quizá una mejor versión de jugadores como Billy Arce o Marino Hinestroza. Pero sobre todo, deberá encontrar carácter. Porque si Nacional quiere demostrar que es más que la inspiración de su ‘10’, este miércoles tiene la oportunidad de hacerlo.
La mesa está servida. El líder del grupo se definirá en Montevideo, y Nacional, sin su figura, tendrá que demostrar que tiene la estatura para imponerse en el escenario grande.
