El fútbol portugués atraviesa uno de sus momentos más oscuros tras la trágica muerte del delantero Diogo Jota y su hermano, en un accidente que ha conmocionado no solo a su país natal, sino también a la comunidad internacional del balompié. El dolor se hizo palpable este fin de semana en Gondomar, ciudad natal del futbolista, donde se celebró el funeral de los hermanos Jota. Al acto acudieron familiares, amigos cercanos y compañeros de profesión, con una nutrida delegación del Liverpool que incluyó a la mayoría de los integrantes del plantel actual. El ambiente fue sobrio, respetuoso, desgarrador. Una comunidad de luto, un club herido y un país paralizado por la pérdida.
Sin embargo, lo que debía ser una jornada de duelo compartido se vio ensombrecida por una polémica que ha cruzado fronteras: la ausencia del colombiano Luis Díaz, compañero y amigo cercano de Diogo Jota en el Liverpool. Díaz no asistió al funeral, y mientras el equipo se reunía en silencio y tristeza en Portugal, imágenes del extremo colombiano bailando y compartiendo momentos festivos con influencers y marcas comerciales acá en Colombia circularon profusamente en redes sociales.
La reacción fue inmediata y furiosa. Medios deportivos, comentaristas y aficionados expresaron su desconcierto ante la actitud aparentemente despreocupada de Díaz, contrastada con la solemnidad del entorno del club inglés. Para muchos, el gesto fue visto como una falta de respeto hacia Jota, quien en vida había mostrado una cercanía genuina con el colombiano. Bastaría recordar cuando, en medio del drama vivido por Díaz tras el secuestro de su padre, fue precisamente Diogo Jota quien alzó la voz y el gesto en el campo, mostrando una camiseta con su nombre y dorsal tras marcar un gol. Fue una señal de hermandad, de compañerismo profundo en un momento donde el dolor también cruzaba fronteras.
Esa memoria fue reactivada con fuerza tras los hechos recientes, y no faltaron las comparaciones. Una de las más virales provino de la cuenta de X LFC Español, la más reconocida entre los aficionados hispanohablantes del club inglés: “A la altura de lo que hizo Charles Itandje. No hay ni una sola excusa válida para esto. Esto me llena de un profundo dolor y una decepción aún más grande. Luis Díaz se debe marchar del club”.
La referencia no es menor. Charles Itandje, exarquero francés del Liverpool, fue protagonista de uno de los episodios más dolorosos en la historia del club cuando, en 2009, fue captado sonriendo y bromeando durante una ceremonia de homenaje a las víctimas de la tragedia de Hillsborough. Aquello selló su destino en Anfield: fue suspendido y apartado del equipo. Su nombre quedó asociado para siempre al irrespeto en un momento de dolor colectivo.
Aunque el caso de Díaz no es idéntico, las comparaciones se han multiplicado. La percepción de frivolidad, de indiferencia o de prioridades mal ubicadas se ha vuelto insostenible para algunos hinchas. Otros, sin embargo, han pedido mesura y contexto: aseguran que los compromisos en Colombia estaban pactados con antelación, que la distancia física no siempre refleja un desinterés emocional, y que el jugador podría haber manifestado su duelo en privado.
Por ahora, Luis Díaz no ha emitido un comunicado público explicando su ausencia ni su postura frente a la polémica. El silencio, no obstante, solo ha intensificado las críticas y ha abierto un debate profundo sobre el peso de la imagen pública, la presión de las redes sociales y el vínculo que los futbolistas deben mantener con su comunidad en momentos de duelo.