Hubo algo que Jorge Mario Bergoglio siempre llevó incrustado en el corazón: el amor por San Lorenzo de Almagro. Sí, utilizo el nombre secular del papa Francisco porque quiso al equipo del Nuevo Gasómetro desde que era un niño tímido en Buenos Aires.
No hay registro de la primera vez que fue el estadio. Sin embargo, se estima que lo hizo cuando tenía 9 años. Por lo menos así lo manifestó el club en la publicación en que despidió al pontífice. “Siempre transmitió su pasión por el Ciclón: cuando iba al Viejo Gasómetro para ver al equipo del 46”, dice el mensaje.
El Papa nació en diciembre del 36. Entonces, para una de las primeras épocas gloriosas de San Lorenzo, apenas era un infante futbolero. Después fue un adolescente bonaerense que trabajó para ayudar a su familia: limpió pisos, fue asistente en un laboratorio químico, celador en una discoteca.
También tuvo un amor, un romance. Amalia Damonte fue su novia de juventud. Entre quererla a ella y amar a San Lorenzo de Almagro se iban sus días antes de convertirse en sacerdote. Intentó casarse con ella. No pudo. Los padres detuvieron la boda. Después, para amainar el corazón roto, llegó a su vida otro amor: el de Dios en la Compañía de Jesús.
Ya como religioso, con su corazón dedicado a Dios, San Lorenzo no perdió un espacio. El padre Jorge, nacido en el barrio de Flores de Buenos Aires, en el seno de una familia humilde –padre contador, madre ama de casa–, solía ir al barrio Boedo, donde tenía la sede el equipo de sus amores, para verlo jugar. Si no podía, lo veía por televisión.
Ya como Arzobispo de Buenos Aires, cargo que ocupó desde el 28 de febrero de 1998, confirmó al hoy futbolista del Atlético de Madrid, Ángel Correa, en la sede deportiva del club. Jorge Bergoglio, Francisco, fue el socio número 88235 de San Lorenzo de Almagro desde el 12 de marzo de 2008, cuando compró su carnet.
Nunca dejó de alentar. Siendo Francisco, en Roma, tras el anuncio de retiro de su cargo en Argentina por vejez, recibió al plantel del “Ciclón” que ganó la Copa Libertadores de 2014. Por eso y más, en San Lorenzo siempre lo van a amar: “Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre, Cuervo de sacerdote y Cardenal. Cuervo también como Papa. De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por el Ciclón. ¡Estaremos juntos por la eternidad”, dice la publicación de redes sociales.
Homenaje póstumo de San Lorenzo
En San Lorenzo querían al Papa, casi como Francisco quería al equipo. Por eso, en la tarde de este lunes de Pascua, el equipo anunció que todas las sedes permanecerán cerradas hasta las 8 de la noche del martes 22 de abril del 2025, como homenaje para el pontífice.
“A su vez, la capilla Lorenzo Massa que se encuentra en la Ciudad Deportiva de San Lorenzo estará abierta desde hoy y hasta el viernes (de 9 a 21 horas), con velas encendidas y la imagen de Francisco para todos/as aquellos/as que quieran despedirlo en ese lugar que él tanto quería”, concluye el mensaje.