Atlético Nacional atraviesa uno de los momentos más difíciles en los cuadrangulares semifinales de la Liga Betplay 1. Con apenas dos puntos de nueve posibles, y sin una identidad futbolística clara, el equipo antioqueño enfrenta un panorama adverso que lo tiene al borde de la eliminación. Por debajo de Santa Fe y Millonarios en el Grupo B, la clasificación a la final es hoy una posibilidad remota que exige no solo tres victorias consecutivas, sino también una serie de resultados ajenos que lo favorezcan. Una ecuación que, con el rendimiento actual, se antoja más como milagro que como probabilidad.
La matemática de la fe
La próxima parada del verde será decisiva: enfrentará a Santa Fe en El Campín, en un partido de alto voltaje. Solo un triunfo, o un empate dependiendo de otros, mantendrían vivas las ilusiones. Con la victoria, Nacional llegaría a cinco unidades, quedando a una del equipo cardenal. Pero no basta con ganar: también necesita que Millonarios pierda ante Once Caldas, lo que dejaría al embajador con cinco puntos, igualado con el verde, aunque por debajo de Santa Fe, que seguiría liderando. El Caldas, por su parte, escalaría a cuatro unidades y mantendría vivas sus chances.
El Atanasio y el clásico de la esperanza
La fecha cinco llevará a Nacional de regreso a casa, al Atanasio Girardot, donde recibirá a Millonarios en un nuevo clásico. Allí, ganar no solo sería imperativo, sino que podría permitirle escalar a ocho puntos. En ese escenario, una derrota o un empate de Santa Fe ante Once Caldas en Bogotá lo dejaría con siete o seis puntos, respectivamente. Incluso, Caldas podría meterse en la pelea con siete unidades si suma de a tres.
Con ese panorama, Nacional llegaría a la última fecha dependiendo de sí mismo, pero sin margen de error: tendría que vencer a Once Caldas en el Palogrande, alcanzar los nueve puntos y evitar que Santa Fe gane el clásico capitalino. Si lo logra, estaría en la final. Si empata en Manizales, quedaría con nueve y debería esperar que el clásico termine en empate o que Millonarios gane. Pero si Santa Fe vence, llegaría a diez unidades y eliminaría al verde sin remedio.
Cuando el empate no alcanza
Un empate este jueves ante Santa Fe dejaría a Nacional con tres unidades, mientras que los bogotanos sumarían siete. Eso obligaría al verde a esperar una caída de Millonarios frente a Caldas para que se quede con cinco, o un empate que lo deje con seis. En ambos casos, la clasificación seguiría siendo una posibilidad matemática, aunque el margen se reduciría drásticamente.
En ese caso, el grupo quedaría con Santa Fe líder con siete, Millonarios con cinco, Caldas con cuatro y Nacional con tres. Así, el verde tendría que ganarle a Millonarios para llegar a seis, y esperar que Santa Fe pierda con Caldas para que el cardenal se quede con siete. Luego, en la última fecha, tendría que vencer al equipo de Manizales y esperar un empate en el clásico bogotano o una derrota cardenal. Pero el margen de error sería mínimo.
Si pierde, se acabó
La peor noticia para Nacional sería una derrota este jueves. Con solo dos puntos en su haber, incluso ganando los dos partidos restantes, solo podría llegar a ocho unidades. Santa Fe, con el triunfo, alcanzaría nueve y sería inalcanzable para el verde. En otras palabras, la derrota lo elimina automáticamente.
El juego, la deuda pendiente
Más allá de las cuentas y los escenarios posibles, la realidad futbolística de Nacional preocupa. El equipo no da señales de mejoría, ni en defensa ni en ataque. Falta cohesión, ideas y convicción. Y aunque el corazón de su hinchada siempre late con fuerza, la frialdad del rendimiento en la cancha parece no acompañar la ilusión.
Nacional necesita un cambio profundo, no solo de actitud, sino de funcionamiento colectivo. Porque aunque los números digan que aún hay vida, en el césped la historia es distinta. Si quiere alcanzar lo impensado, debe comenzar por sí mismo: volver a creer en su juego, en su camiseta, y en ese ADN competitivo que tantas veces lo llevó a lo más alto. El milagro es posible... pero solo si primero aparece el fútbol.
