El Colegio Corazonista de Medellín recibe desde hoy a cerca de 500 deportistas en representación de cuatro países para la Medellín Handball Cup, que en 2025 llega a su sexta edición.
Serán 497 jugadores en representación de clubes y escuelas populares de Brasil, Puerto Rico, Perú y Colombia, quienes ratificarán que este deporte olímpico tiene una constante renovación con la presencia de exponentes en las categorías mini mixto, infantil femenino y masculino, y cadetes en ambas ramas.
Juan Felipe Agudelo, coordinador del evento que tradicionalmente se realiza en la capital paisa en el mes de diciembre, sostuvo que en esta ocasión estarán once escuadras en cadetes masculino y seis en la rama femenina. También se tendrán ocho equipos de infantil masculino, siete en femenino y once en mini mixto.
En la primera jornada deportiva, prevista para este lunes, los coliseos del Colegio Corazonista tendrán 33 juegos, desde las 8:00 de la mañana hasta las 8:30 de la noche.
Agudelo mencionó que, en la edición de 2025, se contará con equipos de Bogotá, Brasil y del Inder Medellín que hacen parte de los programas de escuelas populares. “Nos parece muy emocionante que a la ciudad y al torneo puedan llegar menores que, por primera vez, viajarán en avión o saldrán de sus ciudades. El balonmano es visto por muchos como un deporte élite, pero realmente la mayoría de los casos y los clubes son de comunidades de escasos recursos económicos, que han encontrado en él una manera de cambiar su futuro y conocer nuevas experiencias”.
Labor social y de proyección
Además de participar en el torneo, los asistentes, sobre todo los extranjeros, aprovechan su estadía en la ciudad para visitar lugares turísticos y realizar el paseo por los alumbrados de Medellín, citas imperdibles en diciembre en la capital de la Montaña y Guatapé.
Este evento nació hace seis años de la mano de Nelson Naranjo, un padre de familia del Corazonista, inquieto por brindar espacios para continuar con la práctica de este deporte, que en el colegio tiene una amplia difusión. Su propósito era, además de foguear a los equipos locales con los de otros países, que los menores participantes pudieran seguir en el proceso de formación con miras a aumentar el nivel para ser llamados luego por las selecciones de sus regiones y salir del país a lugares como Brasil, donde hay liga local profesional.
Y aunque Naranjo ya no está en el país, el nuevo comité organizador, coordinado por Agudelo, ha mantenido el desarrollo del evento por la labor social y deportiva que cumple.
Así se han dado casos como el de Yesid Mena, un deportista de Apartadó que logró vincularse a un club de la Liga Profesional de Brasil, tras lucirse en el Handball Medellín, abriendo espacios para que otros colombianos también puedan llegar a otros países donde el balonmano tiene amplio desarrollo.