Discoteca Jet Set: la historia de la familia de Andrés Zambrano
La familia Zambrano, que había viajado al país por motivos laborales, estaba en el lugar luego de que la esposa de Andrés quisiera ir al concierto porque era fanática del merenguero Rubby Pérez. Aunque ella quería comprar la localidad cerca del artista, el sobrino recomendó hacerse en una de las mesas de atrás, en la zona VIP, que fue de las pocas estructuras con columnas, evitando que el techo se viniera abajo.
“Queríamos estar cerca del artista, pero uno de los sobrinos sugirió una mesa en la parte trasera, en la zona VIP. Esa decisión nos salvó la vida”, contó Andrés Zambrano en entrevista con El Tiempo. Esta área del lugar tenía columnas que resistieron el colapso.
Puede leer: Habla el dueño de la discoteca Jet Set, ¿cómo era el lugar antes del colapso del techo?
Esa noche, el grupo llegó tarde al evento. Aunque el show estaba anunciado para las 9:00 p. m., entraron casi a las 11. “El ambiente era normal (...) la gente estaba feliz bailando”, relató Zambrano, quien recordó con claridad cómo todo se transformó en segundos.
Un detalle aparentemente menor encendió las alertas en su memoria: al ir al baño poco después de llegar, “me cayó como un polvo en la cabeza. Pensé que era parte del show y no le presté atención”, dijo a El Tiempo.
Poco después, el artista apareció en escena. Pasaron unos cuarenta minutos y todo cambió. “Casi de inmediato, en el techo se empezaron a inflar como dos globos pequeños, uno blanco y uno celeste... y fue como que eso se reventó. No sé si fue agua o polvo, pero ahí la gente se percató de que algo pasaba en el techo (...) y dos, tres segundos después, ya se desplomó todo”, relató Zambrano.
Todos los miembros de su grupo habían regresado a la mesa justo antes del colapso. Su sobrino había ido al baño y volvió minutos antes. “Yo y mi esposa estábamos bailando, pero comenzó una canción que no conocíamos y nos sentamos. Eso también nos salvó”, explicó.
La escena fue dantesca. “Escuchamos los gritos de la gente bajo la pila de escombros”, narró Zambrano. Cuando entendieron que el techo se había venido abajo, corrieron en busca de una salida. Treparon escombros, ayudaron a heridos y finalmente hallaron una puerta en la zona VIP, donde las columnas aún se mantenían en pie.
En medio del caos, las imágenes que vieron quedaron marcadas para siempre. “Había una chica con escombros en las piernas, otro señor con un bloque en la cabeza... fue desgarrador”, recordó. A pesar del shock, Zambrano logró guiar a su familia hacia un punto seguro. “Mi esposa estaba en shock. Le grité fuerte y como que ahí reaccionó. Salimos todos juntos”, relató a El Tiempo.
Lea más: Balance final: esta es la cifra oficial de muertos que dejó la tragedia de la discoteca Jet Set en República Dominicana
Hoy, días después del siniestro, la familia aún no logra asimilar por completo lo ocurrido. “Para mí es un milagro de Dios, que por algún motivo nos cuidó”, dice Andrés. Y aunque físicamente salieron ilesos, el impacto emocional ha sido profundo. “Mi esposa... ella no se ha desahogado. Está tranquila, pero siento que todavía está conteniendo algo”.
La colombiana Luz Andrea Jiménez, oriunda de Pitalito, Huila, no contó con la misma suerte y se convirtió en la única connacional que perdió la vida en la tragedia.