El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que las Fuerzas Militares llevaron a cabo un segundo ataque en el Caribe contra una lancha procedente de Venezuela, lo que dejó como saldo tres personas muertas.
Según el mandatario, los fallecidos eran “narcoterroristas positivamente identificados” que transportaban drogas hacia territorio estadounidense.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump precisó que la operación fue ordenada directamente por él y se desarrolló en aguas internacionales bajo la jurisdicción del Comando Sur. El mandatario describió la acción como un “ataque cinético” y aseguró que forma parte de la estrategia para frenar el tráfico de narcóticos, al que calificó de “arma mortal que envenena a los estadounidenses”.
El anuncio estuvo acompañado de un video en el que se observa una lancha en alta mar antes de ser alcanzada por una explosión que la destruye por completo. En las imágenes se alcanza a distinguir al menos una persona a bordo.
Trump subrayó que ninguna de las tropas estadounidenses resultó afectada y lanzó una advertencia a las organizaciones criminales: “Si insisten en transportar drogas, los cazaremos”.
También aseguró que existen pruebas que respaldan la operación, al señalar que tras la explosión quedaron esparcidos en el mar “grandes sacos de cocaína y fentanilo”. Según el mandatario, las Fuerzas Armadas recopilaron grabaciones y registros que confirman la salida de la embarcación desde Venezuela y el cargamento que transportaba.
“Tenemos pruebas y evidencia grabada. Sabemos cuándo salieron, qué llevaban y todo lo demás”, afirmó. Además, destacó que, a diferencia de semanas anteriores, la presencia de lanchas en la zona ha disminuido drásticamente, lo que a su juicio refleja un impacto directo en las rutas marítimas del narcotráfico.
“Ya no hay barcos. Eso significa que no están llegando drogas por mar, aunque siguen intentando hacerlo por tierra, y también los vamos a detener”, advirtió.
Y es que este operativo se produce menos de dos semanas después de que otra intervención de las fuerzas navales y aéreas estadounidenses destruyera una lancha vinculada presuntamente al Tren de Aragua, en la que murieron 11 personas.
Ese primer ataque desató críticas en Estados Unidos y en la región por haberse ejecutado en aguas internacionales y por la falta de claridad sobre el marco legal que lo autorizó. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, se negó a dar detalles al respecto, limitándose a señalar que Washington contaba con “autoridad absoluta y completa” para actuar.
Con el nuevo ataque, el Gobierno de Donald Trump reiteró que empleará todos los medios disponibles en la lucha contra el narcotráfico, incluida la acción militar directa. El presidente afirmó que los cárteles representan una amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y los intereses de Estados Unidos.
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