Dicen que hay que morir para volver a nacer. Y eso, literalmente, ocurrió en el barrio Provenza, en la comuna 14 (El Poblado) de Medellín, luego de que en un árbol que debió ser talado de manera preventiva por su alto riesgo se desarrolló una estrategia para crear nuevos espacios de vida de fauna y flora.
Por un lado, se hizo la adecuación para que se transformara un refugio para las aves, los pequeños mamíferos, las mariposas, las abejas y demás polinizadores que se encuentran en este sector del suroriente de Medellín, todo para evitar las afectaciones ambientales originadas por lo ocurrido con este árbol nativo de la zona.
Esto forma parte de una estrategia llamada Árbol Hábitat, en la que se busca hacer intervenciones de este tipo, implementando procesos que se dan en la naturaleza en los restos de los árboles de los entornos que terminaron su ciclo. Así las cosas, en lugar de sustraer completamente el tronco, dejando un lugar inhóspito, se conserva una parte para crear nuevos ecosistemas.
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Marcela Ruiz, secretaria de Medio Ambiente de Medellín, explicó que “estamos acompañando la estrategia, que consiste en darle una segunda oportunidad a un árbol que fue talado por riesgo en esta zona. Este árbol, que era un eucalipto, hoy se convierte en el hábitat de otras especies muy importantes para este ecosistema. Llegarán polinizadores, colibríes, mariposas e insectos a rodear este árbol que es un símbolo de lo que ha sido ese servicio ecosistémico, tan importante, que los árboles y la biodiversidad le prestan a nuestra ciudad”.
Con este eucalipto de Provenza, la idea es hacer la evaluación correspondiente para establecer si se crean entornos similares en otros puntos de la ciudad, para así no deteriorar de lleno el ecosistema de la ciudad, sino, por el contrario, fortalecerlo desde las ruinas de las especies que ya cumplieron su ciclo natural.
Todo comenzó en junio de este año, luego de que este árbol estuviera en la lista de especies en alto riesgo del Área Metropolitana por su estado, por lo que se procedió con su tala, no sin antes hacer todo el proceso de socialización con las comunidades, en el que se les mencionó todo el tema del cuidado de los árboles que quedan en pie y el compromiso de reposición de cada árbol retirado.
Sobre este proceso, el secretario de Infraestructura de Medellín, Jaime Naranjo, indicó que “este es un trabajo que venimos haciendo, aprendiendo todos los días nuevas soluciones basadas en la naturaleza, para lograr entornos más amigables; siempre trabajando de la mano de expertos, en comunidad y en equipo”.
El Árbol Hánitat de Provenza quedará como el ícono de que una reposición ambiental se puede hacer de manera efectiva y creativa, generando entornos de seguridad humana y biodiversidad. Con base en los resultados se analizará si esta estrategia se replica en las zonas donde están los otros 434 árboles que fueron priorizados para ser talados y los cuales 347 fueron intervenidos.
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