Cinco presuntos integrantes de la estructura delincuencial fueron capturados. Al parecer, se hacían pasar por usuarios y pedían servicios hacia Bello, donde maltrataban a las víctimas y las dejaban abandonadas en zonas boscosas y quebradas.
Un juez envió a prisión a cinco presuntos integrantes de una banda criminal que tenía azotados a los conductores de vehículos de aplicación de Medellín. La medida de aseguramiento fue impuesta por solicitud de la Fiscalía, que les imputó varios delitos por hechos ocurridos en marzo de 2022, y entre febrero y mayo de este año.
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La investigación en contra de estos hombres avanza por su presunta responsabilidad en el secuestro y hurto a 12 conductores de vehículos solicitados por plataforma digital de transporte. Las personas capturadas y luego judicializadas fueron identificadas como Brayan Andrés Jiménez Salazar, alias Choto, presunto cabecilla de la organización delincuencial; Cristian Andrés Gutiérrez Úsuga, alias Calabaza; Juan David Benítez Londoño, alias Mico; Juan Pablo García Vásquez, alias Gancho; y José Manuel Ardila Ortega, alias Pollo, todos presuntos integrantes de la misma y con edades entre los 23 y los 26 años.
De acuerdo con la Policía Metropolitana, fueron 10 meses de investigación los que permitieron identificar y capturar a estos cinco hombres que conformarían la estructura conocida como ‘Los Martillos’, que estaría al servicio del grupo delincuencial organizado ‘Pachelly’.
De acuerdo con el general William Castaño Ramos, comandante de la Policía Metropolitana, los procesados se habrían hecho pasar por usuarios para solicitar los vehículos por medio de las plataformas digitales, para luego, presuntamente, someter a los conductores y robarles sus pertenencias en hechos que constituían momentos de terror.
Cuando los conductores los recogían en zonas de Medellín los llevaban a Bello, norte del Valle de Aburrá, el lugar de destino que solicitaban. Una vez allí, según las autoridades, los presuntos delincuentes los golpeaban e intimidaban con armas de fuego. El general dijo que después de esto, al parecer, amordazaban a las víctimas, les quitaban las pertenencias, dinero, les obligaban a entregar los celulares desbloqueados y las claves bancarias.
Después de esto, presuntamente, llevaban a los conductores a zonas boscosas, en especial de bello y Copacabana, donde los arrojaban al río o a quebradas de la zona y después huían. Incluso, en uno de los hechos, los procesados habrían llamado a la compañera sentimental de un conductor que les estaba haciendo una carrera desde el Parque Lleras hasta el barrio Caribe, y la habrían obligado a desnudarse durante una videollamada para presionar a la víctima para que entregara las claves bancarias.
En otro de los casos, ocurrido el 4 de mayo pasado, un conductor tomó un servicio desde el barrio Aranjuez hacia Bello; cuando llegaron lo habrían sometido a vejámenes para obligarlo a que entregara la información financiera, además, el copiloto le habría disparado con un arma traumática en el abdomen lo que le produjo lesiones que pusieron en riesgo su vida.
“De acuerdo con la investigación, esta organización delincuencial se habría apropiado de más de 500 millones de pesos en dinero y elementos de valor de las víctimas”, indicaron desde la Fiscalía.
Tras los 10 meses de trabajo investigativo se pudieron obtener elementos de prueba que permitieron que se expidieran órdenes de captura y se hizo el operativo para ponerlos a disposición de la Fiscalía. Un fiscal Gaula de la Seccional Medellín les imputó, según sus responsabilidades individuales, los delitos de concierto para delinquir, secuestro extorsivo, secuestro simple, tentativa de extorsión, hurto calificado y tentativa de homicidio, todas las conductas agravadas.
Los cargos no fueron aceptados por los procesados. La Policía también informó que en el proceso de investigación lograron determinar que todos tenían antecedentes judiciales por los delitos de
secuestro extorsivo, hurto, lesiones personales, receptación, tráfico de estupefacientes y violencia intrafamiliar.
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