Vivienda turística sí, pero no así. Esa es la consigna que tienen en la Alcaldía de Medellín contra este nuevo fenómeno urbanístico y por esa razón se intensificaron los operativos contra las casas y apartamentos que se están usando para los alojamientos de corta estancia de los extranjeros, principalmente, que no cumplen con toda la normatividad, procedimientos que han llevado al cierre temporal de ocho propiedades.
Estos operativos se han concentrado en las comunas 10 (La Candelaria), 11 (Laureles-Estadio), 14 (El Poblado) y 16 (Belén) y en el corregimiento de Santa Elena, donde se ofrece el 80% de estas viviendas turísticas en las aplicaciones y redes sociales, muchas de ellas en sectores donde solo está avalada la operación residencial.
“Uno de los temas más reiterativos es la utilización de viviendas en zonas residenciales de baja mixtura, donde no están permitidos estos alojamientos. Ya hemos solicitado la anulación de más de 2.000 Registros Nacionales de Turismo de personas que lo tienen en este tipo de servicio”, expresó el secretario de Gestión y Control Territorial, Juan Manuel Velásquez.
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Esta situación de operatividad viene de la mano con la reducción paulatina de las viviendas turísticas en Medellín después de un boom de este fenómeno. De acuerdo con el Sistema de Inteligencia Turística de Medellín, para diciembre de 2024 se contaban con 8.384 propiedades con Registro Nacional de Turismo, para junio del mismo año la cantidad era de 10.873 y para finales de 2023 se contabilizaban 12.200.
La operatividad se realiza porque en las zonas donde se han ubicado estos apartamentos turísticos se han presentado inconvenientes que generan inconvenientes en el entorno residencial donde se encuentran, puesto que “se incrementa el flujo de personas por cortos periodos, cambian las dinámicas del vecindario y se generan molestias que afectan la convivencia, dado que este tipo de transformaciones no corresponden a la vocación original”, indicó el funcionario.
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Por esta razón, a través de una normativa nacional, ya se obliga a las administraciones de los conjuntos residenciales avalar o prohibir explícitamente la implementación de estas viviendas turísticas, situación que puede llevar a sanciones económicas y legales a quienes incumplan con esta regla, fundamental para permitir el uso de un apartamento para esta finalidad.
A raíz de estas situaciones, en el último año y medio se han elaborado 117 informes técnicos relacionados con la vivienda turística por parte de la Subsecretaría de Control Urbanístico, en el que se permite identificar irregularidades y sustentar las sanciones impuestas a los propietarios cuando es requerido.
Pero estos procedimientos también se están extendiendo a las licencias de construcciones de oficinas en Medellín, teniendo en cuenta que algunas se estarían usando para arrendamientos temporales de carácter turístico para nómadas digitales, situación que está siendo estudiada para conocer las repercusiones en estos espacios laborales, expresó el secretario Velásquez.