En una polémica se convirtió el uso de la marca colombiana de pollo frito, Frisby, en España. La reconocida cadena se ha visto envuelta en una disputa internacional por propiedad intelectual, que ya va en que la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) aceptó los argumentos legales presentados por Frisby España y le concedió los derechos sobre la marca gráfica.
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Esto quiere decir que la EUIPO eliminará el registro de la marca gráfica de Frisby Colombia en un plazo de dos meses, a menos que se presenten pruebas de que ha sido utilizada en España.
¿Quiénes son los dueños de “Frisby España”?
La compañía colombiana (Frisby) tiene su marca registrada en la Unión Europea desde 2005, a través de la EUIPO, en las categorías que cubren alimentos y restaurantes de comida rápida.
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Sin embargo, basados en el hecho de que en estos casi 20 años la marca colombiana no ha dado señales de querer iniciar operaciones en Europa, en diciembre la empresa Frisby España SL pidió que se anulara ese registro, argumentando que la marca no se ha usado en el territorio europeo.
“Una marca puede ser objeto de nulidad si no ha sido objeto de un uso efectivo y serio en la Unión Europea dentro del plazo de cinco años posteriores a su registro”, alegó la sociedad española.
Según sus argumentos, la estrategia de la compañía colombiana de inscribir la marca sin usarla es “abusiva” y “obstaculiza la libre competencia”. No obstante, dos marcas con nombres y signos tan iguales no pueden coexistir en un mercado, pues crea confusión entre los consumidores.
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Pero, ¿quiénes están detrás de esta sociedad española que quiere plagiar a Frisby? Se trata de dos ciudadanos europeos, que son los que figuran como los representantes legales de Frisby España: Jacqueline Guillemine Pérez Parcha, ciudadana belga; y Gonzalo Barrenechea Correa, un abogado de España.
Según la revista Cambio, la compañía española tiene sede en Bilbao. La empresa fue constituida el 12 de febrero de 2025 ante el notario de Bilbao D. Ramón Múgica Alcorta.
Los accionistas conformaron la sociedad con solo 2.000 euros (unos 9,5 millones de pesos colombianos).
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Ahora, según analistas, lo que le pasó a Frisby en España podría repetirse en otros países. La marca colombiana también está registrada en Estados Unidos, México y Chile, desde hace más de cuatro años (en México, incluso desde 2008), por lo que si no inicia operaciones en esos mercados, corre el riesgo de enfrentar problemas similares.
