¿Juan Guillermo Mancera ‘conquistó’ a Ricardo Roa con un apartamento por negocio de gas en Colombia?
Ecopetrol vuelve a estar en el ojo del huracán tras conocerse un intento para favorecer, presuntamente, al coronel (r) Mancera con un millonario proyecto gasífero.
Ricardo Roa y Juan Guillermo Mancera. FOTO: Cortesía.
En respuesta a las publicaciones de La Silla Vacía y Noticias Caracol, Ecopetrol salió al paso de versiones que daban por iniciado un proceso de selección para contratar una planta de regasificación en el Caribe colombiano.
La aclaración se da en medio de investigaciones que apuntaban a una posible ventaja para una empresa vinculada con el coronel retirado de la Policía Nacional, Juan Guillermo Mancera, cercano a Ricardo Roa, presidente de la petrolera estatal.
La controversia creció porque se trata de una compañía creada con apenas 20 millones de pesos de capital, pero que en poco tiempo habría buscado quedarse con uno de los mayores proyectos de importación de gas al país, con utilidades estimadas en más de 600 millones de dólares al año.
En un comunicado, la compañía aclaró que ni su presidente, Ricardo Roa, ni la junta directiva, han dado instrucciones a la filial Hocol o a sus colaboradores para adelantar adjudicaciones en este frente.
Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol.
Lo que sí está en marcha es un sondeo de mercado, con el fin de conocer disponibilidad, características técnicas y viabilidad de plantas flotantes de regasificación. Según la petrolera, todavía no se define ubicación, tamaño, tecnología ni el mecanismo de selección o adjudicación.
El apartamento, lo que uno a Juan Guillermo Mancera con Ricardo Roa
El nombre de Juan Guillermo Mancera, coronel (r.) de la Policía, volvió al centro de la controversia. Mancera fue jefe de seguridad en Pacific Rubiales (petrolera que quebró en medio de ruidos de corrupción), donde se hizo gran amigo y a la postre socio de Serafino Iacono, figura clave de esa compañía.
Fuentes señalan que hoy, Iacono está detrás del “negocio del gas”, pues habría logrado acceso de Ecopetrol a un pozo para explotar gas. Además de tener el 19,9% en NG Energy, que explora gas en Colombia.
Mancera no conocía a Roa, pero según fuentes cercanas a uniformados retirados, le pidió a su amigo William Castellanos, también mayor (r) de la Policía, y quien ha estado al lado de Gustavo Petro al menos en los últimos diez años, que lo acercara a él.
Según las fuentes, Castellanos le dijo que la manera de acercarse a Roa era por su pareja Julián Caicedo.
Juan Guillermo Mancera y Serafino Iacono.
Aparentemente, por lo revelado por Caracol TV y La Silla Vacía, Mancera habría logrado hacer el clic. Mancera habría facilitado la compra de un apartamento de lujo en Bogotá -el 901, de cerca de 300 metros cuadrados- que terminó siendo adquirido por Roa meses antes de llegar a Ecopetrol.
Cabe recordar que el expresidente de Pacific Serafino Iacono era parte de la firma vendedora del apartamento, Princeton International Holdings Ltda., con sede en Islas Vírgenes.
Cuando El Tiempo reveló en diciembre de 2023 la escritura de compraventa, Roa sostuvo que no sabía que Iacono estuviera vinculado a esa empresa y que Mancera no había tenido participación alguna en el negocio.
Sin embargo, documentos a los que accedió la Fiscalía muestran que la sociedad Innova Mercadeo y Logística Ltda., fundada por Mancera en 2014, realizó pagos por más de 1.700 millones de pesos entre marzo de 2023 y febrero de 2024 para cubrir la transacción.
La contradicción es evidente, mientras Roa negó vínculos, los extractos bancarios evidencian transferencias hechas por la empresa de Mancera bajo la referencia “Pago de prov. Innova Mercadeo”.
El propio Mancera, en entrevista con Daniel Coronell, reconoció que conectó a Roa con Iacono: “Solo supe que Ricardo buscaba un apartamento y se lo dije a Serafino. Soy socio de Serafino”, aseguró.
¿Por qué pagó Mancera el apartamento que iban a ocupar Ricardo Roa y Julián Caicedo?
Lo nuevo es que, de acuerdo con investigaciones de La Silla Vacía y Noticias Caracol, la empresa Gaxi S.A. ESP, vinculada a Mancera, firmó un acuerdo con Hocol, filial de Ecopetrol, para estructurar la importación de gas natural licuado y operar una unidad flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU).
El negocio, según cálculos, podría generar ingresos de hasta 1.400 millones de dólares al año.
El cronograma filtrado muestra un memorando de entendimiento en enero de 2025 y una certificación en marzo, presentada como un acuerdo formal, pese a que aún había procesos públicos abiertos.
Ecopetrol insiste en que el memorando no es vinculante, pero la documentación de Hocol lo consignaba como tal, lo que habría dado a Gaxi una ventaja competitiva investigable.
El caso ya está en el radar de la Fiscalía, que abrió una investigación por un posible favorecimiento explícito a Gaxi. El señalamiento resulta aún más sensible porque la empresa nació con un capital de apenas 20 millones de pesos y sin trayectoria en el sector, pero buscaba quedarse con un megaproyecto estimado entre 500 y 600 millones de dólares anuales.
Ecopetrol está bajo la lupa de la transparencia.
Ecopetrol aseguró que lidera directamente el proceso, con apoyo de firmas internacionales especializadas y siguiendo las mejores prácticas del sector. Además, pidió acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República para dar garantías de transparencia.
La Contraloría ya activó el Proceso de Seguimiento Permanente a los Recursos Públicos, bajo el sistema SIGECI, para monitorear riesgos y decisiones. Es altamente probable que si Mancera tenía avanzado el negocio todo se le haya caído.
Regasificadora de Chuchupa: ¿el motivo detrás de todo?
Las revelación de estos medios nacionales coinciden con una carta conocida el pasado 14 de agosto en la que Luis Enrique Rojas, expresidente de Hocol, la filial de Ecopetrol -quien hasta hace muy pocos meses estuvo al frente de la compañía-, denunció conspiración y amenazas.
El punto de mayor gravedad de la denuncia fue el 18 de julio, cuando Rojas recibió un mensaje de WhatsApp anónimo desde un número de España. El mensaje es de una naturaleza sumamente delicada: “Estimados a continuación una noticia de interés nacional secuaces que empantana a los secuaces de Ricardo Roa y su imperio”.
El anónimo detalla que entre el 30 de junio y el 4 de julio, Ricardo Roa, Julián Caicedo, Juan Guillermo Mancera, Santiago Vargas y Sebastián Ortega se habrían reunido en Madrid (España) e Italia con delegados de varios magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) para “comprar el próximo fallo” de dicha entidad.
Y en una reunión interna posterior, habrían acordado darle el negocio de la planta regasificadora de Chuchupa a Juan Guillermo Mancera, a través de la empresa Gaxi y otras firmas internacionales, con Mancera encargado de adjudicar las participaciones a los magistrados del CNE y a la persona de la Procuraduría.
La regasificadora de Chuchupa es descrita en el anónimo como uno de los cinco negocios más grandes del país en los próximos cinco años, con ingresos promedio de 2.100 millones de dólares anuales, lo que suma un negocio de 21.000 millones de dólares en diez años.
La mayor preocupación de Roa y su séquito, según el anónimo, sería que Luis Enrique Rojas es la “única persona a la que no han podido silenciar ni corromper” y que “sabe que Roa ha dado la orden desde hace un año que esta regasificadora sea asignada a Mancera”.
Por ello, el anónimo concluye que decidieron “eliminar a Luis Enrique Rojas”, tarea “encargada a Mancera y a Sebastián Ortega”.