La guerra comercial de Donald Trump volvió al centro del escenario económico este viernes 23 de mayo con una amenaza directa a Apple, la empresa insignia del Silicon Valley. El presidente estadounidense lanzó un ultimátum a través de su red Truth Social: si los iPhones no se fabrican en suelo norteamericano, la compañía deberá asumir un arancel del 25%.
La advertencia tuvo efecto inmediato en los mercados: las acciones de Apple cayeron más del 3% en las operaciones electrónicas previas a la apertura de Wall Street, y el S&P 500 retrocedía -1,23%.
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“Esperamos que los iPhones que se vendan en Estados Unidos se fabriquen y ensamblen aquí, no en India ni en ningún otro lugar”, escribió Trump, apuntando directamente a Tim Cook, CEO de Apple. Y remató: “De no ser así, Apple deberá pagar un arancel de al menos el 25% a EE. UU.”.
El golpe retórico no fue casual ni aislado. Trump eligió a uno de los íconos más visibles del poder empresarial estadounidense para enviar un mensaje de fondo: la reindustrialización de Estados Unidos no es negociable, y quien no se alinee pagará las consecuencias.
Apple ya había prometido invertir US$500.000 millones en EE. UU.
La amenaza llega a pesar de que Apple ya había movido fichas para calmar al mandatario. En febrero, poco después del regreso de Trump al poder, la compañía anunció una inversión de 500.000 millones de dólares en los próximos cuatro años.
Entre los planes, se incluyen la construcción de una nueva planta en Houston y la creación de 20.000 empleos. Pero al parecer, no fue suficiente.
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Trump celebró ese anuncio en su momento, lo calificó como “patriótico” y agradeció a Tim Cook en una conferencia de prensa. Pero la luna de miel se rompió pronto. Según fuentes cercanas a la Casa Blanca, el mandatario considera que el traslado parcial no es suficiente y que Apple debe dar un giro estructural en su modelo productivo.
Es decir, la presión aumentó tras conocerse que Apple aún mantiene gran parte de su producción en países asiáticos como China, India y Vietnam, donde los costos de mano de obra y ensamblaje son mucho más bajos.
Apple ya había advertido a principios de mayo que si los aranceles actuales se mantienen, la compañía podría perder cerca de 900 millones de dólares en el próximo trimestre. El impacto no solo afectaría sus finanzas, sino también el precio final para el consumidor estadounidense, que es precisamente el mayor mercado para la marca.
La amenaza de Trump no solo inquieta a los inversionistas. También siembra dudas sobre si Apple podrá mantener su hoja de ruta tecnológica sin cambiar su cadena de suministro global.
“Para mí es una señal de alerta que Trump siga criticando a Apple y parezca tener algo en contra de ellos”, dijo Randy Hare, director de análisis de renta variable de Huntington National Bank, a Bloomberg.
Aunque Apple ya anunció dicha inversión para los próximos cuatro años en proyectos de inteligencia artificial, los expertos no creen que eso incluya una línea de iPhones en el corto plazo. De hecho, mover la producción a EE.UU. podría tomar entre 5 y 10 años, además de exigir una reestructuración total de la cadena de suministro, que hoy depende de China, India y Vietnam.
¿Cuánto costaría fabricar 100% un iPhone en Estados Unidos?
El mensaje presidencial reavivó una vieja pregunta en los círculos tecnológicos y financieros: ¿qué tan viable es fabricar un iPhone 100% en EE. UU.? Analistas de Bank of America ya habían advertido que solo trasladar el ensamblaje final podría elevar el precio del dispositivo hasta en un 25%, debido a los mayores costos laborales en el país.
Más aún, según Dan Ives, analista de Wedbush Securities para Bloomberg, “un iPhone que hoy cuesta US$1.000 podría alcanzar los US$3.500 si se ensamblara en estados como Texas”.
El experto insiste en que es un error subestimar la complejidad de la cadena de suministro asiática y cómo ha sido fundamental en la producción tecnológica durante más de tres décadas.
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Para Gonzalo Muñoz, analista de mercados de XTB Latam, para medios económicos, producir un iPhone en Estados Unidos podría triplicar los costos. “Un modelo que hoy cuesta US$1.599 podría saltar hasta los US$2.300 si se aplica el arancel del 25%. Esa diferencia no es menor”, apuntó.
Y no solo se trata del costo laboral: “La cadena de proveedores, ensambladores y logística está en Asia. Llevar todo eso a EE.UU. es como reconstruir Apple desde cero”.
Trump va por más: Samsung y otras marcas, también en la mira
La amenaza a Apple podría ser solo la punta del iceberg. Trump anunció que el arancel del 25% también se aplicaría a otras marcas tecnológicas, como la surcoreana Samsung, si no trasladan sus fábricas a EE. UU.
“Si van a vender en Estados Unidos, quiero que fabriquen aquí”, enfatizó el presidente, asegurando que las medidas podrían entrar en vigor a finales de junio.
“Está bien ir a la India, pero no venderán aquí sin aranceles. Así son las cosas”, dijo el mandatario en declaraciones desde el Despacho Oval. Y aunque algunas medidas han sido suspendidas temporalmente en el pasado, esta nueva ofensiva comercial parece tener un tono más desafiante y permanente.
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Por ahora, la amenaza es solo eso: una advertencia. Pero los antecedentes del presidente hacen difícil descartar una implementación. En el pasado ya ha puesto en marcha medidas similares contra China, la Unión Europea y México. De hecho, este mismo viernes también anunció que si las negociaciones con Bruselas no avanzan, impondrá un arancel del 50% a todos los productos europeos a partir de junio.
¿Vale la pena invertir en Apple pese a la presión de Trump?
Pese a la tormenta política y comercial que ha desatado Donald Trump contra Apple, el consenso de los expertos no se ha movido del terreno optimista. Según datos de Bloomberg con corte al 23 de mayo, el 59,3% de los analistas recomienda “comprar” acciones de Apple, mientras que un 33,9% sugiere mantenerlas en cartera. Apenas un 6,8% cree que es momento de vender.
El precio objetivo promedio para los próximos 12 meses se ubica en US$227,36, lo que supone un potencial de retorno del 15,4% respecto a su cotización actual, que ronda los US$196,96.
El analista estrella de Wedbush Securities, Dan Ives, no solo reafirmó su calificación de “rendimiento superior” para Apple, sino que subió la vara con un precio objetivo de US$270. Ives fue tajante: “Fabricar iPhones en Estados Unidos es inviable”.
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Según sus cálculos, si se mudara toda la producción a suelo estadounidense, un iPhone podría costar hasta US$3.500. “Eso no es realista para Cupertino ni para el consumidor”, escribió en su más reciente informe.
Según Bloomberg Intelligence, si la compañía decide no trasladar el impuesto del 25% al cliente, sus márgenes brutos caerían entre 300 y 350 puntos básicos en el año fiscal 2026. Además, advierte que, si Apple opta por subir precios para compensar el golpe, podría poner en jaque su participación de mercado en EE.UU., hoy cercana al 40%.