El Gobierno del presidente Gustavo Petro radicó oficialmente ante el Congreso de la República el proyecto del Presupuesto General de la Nación para 2026. La mayor advertencia de los analistas está en que el monto de la reforma tributaria sería sin precedentes: $26,3 billones.
La presentación estuvo a cargo del nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila, quien advirtió que una porción significativa del monto, está condicionada a la aprobación de una nueva reforma tributaria.
El componente contingente del presupuesto —equivalente al 1,4 % del Producto Interno Bruto (PIB)— refleja un claro signo de desfinanciamiento.
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Según explicó Ávila, el proyecto es coherente con el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal, mecanismos que permiten mayor flexibilidad en el gasto público ante escenarios excepcionales.
Así las cosas, esta ley de financiamiento del Gobierno Petro tiene un valor ligeramente superior a la tributaria de 2021, del exministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y que en su momento buscó captar $26 billones.
No obstante, ese proyecto provocó un estallido social en Colombia. La propuesta generó una fuerte reacción ciudadana con el argumento de que incluía impuestos a productos básicos de la canasta familiar, ampliar la base de contribuyentes y afectar a la clase media.
Advertencias sobre la reforma tributaria
Expertos advierten sobre los riesgos fiscales. El exministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, criticó duramente el proyecto de Presupuesto General de la Nación 2026, asegurando que evidencia un crecimiento desbordado en el gasto de funcionamiento, la burocracia y la contratación de personal, mientras se sacrifica la inversión social y productiva.
“La inversión social y productiva es la que sale a perder, y cuando se compara con el año 2022, presenta una caída alarmante”, advirtió Restrepo a través de su cuenta en X. A su juicio, lo más preocupante es que, a pesar de este recorte en sectores clave, el gasto burocrático sigue creciendo a un ritmo del 40%.
Además, denunció que el presupuesto está desfinanciado en $26 billones, en un contexto donde se ha activado la cláusula de escape de la regla fiscal, lo que permite mayor endeudamiento. “Tendremos el déficit y la deuda en máximos históricos. Qué descaro pretender una reforma tributaria cuando la deuda y el déficit no tienen límites sensatos”, escribió el exfuncionario.
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Restrepo también lamentó los recortes en áreas fundamentales para el desarrollo a largo plazo: “Pobres o pobrísimos los recursos para cultura, deporte y ciencia y tecnología. Caen en términos reales. Triste”.
Finalmente, hizo un llamado urgente al Legislativo: “El Congreso tiene que ponerse las pilas para estudiar este mal presupuesto y exigir cambios de fondo, incluyendo compromisos concretos para reducir el derroche en gastos de funcionamiento”.
El Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana advirtió que el presupuesto 2026 depende en gran medida de la aprobación de la nueva ley de financiamiento, cuyo monto es “sin precedentes”. Esta situación genera incertidumbre frente al cumplimiento de las metas de ajuste fiscal necesarias para estabilizar la deuda y reducir el déficit.
La reforma tributaria, que será presentada dentro de un mes, se convierte así en una pieza clave para sostener el plan de gasto público del próximo año. Sin ella, advierten analistas, el Gobierno enfrentará un panorama fiscal aún más retador.
El Congreso tendrá ahora la tarea de debatir tanto el proyecto de presupuesto como la reforma tributaria que lo sustenta, en medio de un entorno económico complejo y con presiones sociales crecientes.
Igualmente, advirtieron que, sin medidas estructurales en ingresos y gasto, el déficit fiscal y la deuda podrían deteriorarse a niveles similares o incluso superiores a los observados durante la pandemia.
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