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Esa tristeza es normal hasta cierto punto

Detenerse a conocer por qué se producen las emociones y cuál es su raíz es una forma de proteger la salud mental y evitar llegar a una condición grave.

  • Intensamente fue una película de Disney que abordó la importancia de cinco emociones, entre ellas la tristeza. Foto: película.
    Intensamente fue una película de Disney que abordó la importancia de cinco emociones, entre ellas la tristeza. Foto: película.
16 de febrero de 2021
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Es conocida esa película de Disney que trata de un viaje al interior de la mente de una adolescente para conocer sus emociones. Allí habita la azulada tristeza, con gafas y voz apagada; el morado miedo, con la mirada ofuscada; el verde, con su desagrado, con ganas de vomitar y de brazos cruzados; la roja ira, que echa fuego por su cabeza, y la colorida alegría, proactiva y sonriente.

Intensa-mente (2015) es una cinta útil para entender procesos que la psicología ha venido estudiando desde hace varios siglos: qué son las emociones y cuál es su papel en nuestro día a día. Entender por qué hay días tan tristes y otros tan alegres y cómo aprender a llevar esas emociones son un buen primer paso para ayudar a su salud mental.

La psicóloga clínica Alejandra Álvarez explica que la función de las emociones es ayudar al ser humano a sobrevivir. “La tristeza indica una pérdida, el miedo sirve para huir y cuidarse, la rabia para poner límites y la alegría indica que hay un estímulo que aumenta la probabilidad de supervivencia”, dice.

Aunque las visiones varían dependiendo de la corriente teórica, hay consenso en que las emociones primarias son 5: alegría, tristeza, desagrado, rabia y miedo.

Sus características son que nadie le enseña a sentirlas y nacen con usted, se consideran evolutivas y son automáticas, indica Ricardo Andrade, psicólogo y magíster en lingüística. Un ejemplo para entenderlas se ve en los bebés recién nacidos: reaccionan con miedo a un fuerte ruido, alegría a un estímulo saludable, desagrado si sienten un mal sabor en su boca y rabia si no comen a la hora indicada. También están presentes en otros animales de especies similares a las nuestras, como los mamíferos o los primates.

“Estamos programados bioquímicamente para sentirlas, por esa razón, decir que una emoción es ‘negativa’ es un error. Ninguna es positiva ni negativa, todas tienen la misma finalidad y es la motivación de la conducta con fines de supervivencia”, explica Andrade, director del programa de psicología de la Universidad San Buenaventura

¿Y qué pasa con las demás emociones como los celos, la decepción, la culpa, el entusiasmo? Estefania Riofrio, magíster en salud mental de la Universidad de Nueva York, explica que esas son secundarias y son las que más le cuestan al individuo identificar. “A veces se requiere de un acompañamiento psicológico para ser consciente de ellas y procesarlas, trabajar en ellas. Las emociones son vitales porque es la forma de conocernos y relacionarnos con otros. Muchos prefieren evitar hablar de ellas o evadirlas y eso puede causar ansiedad y traer un impacto muy fuerte en los pensamientos ”, anota.

¿Necesito ayuda?

Las emociones primarias en su estado puro son involuntarias. Es normal sentir miedo ante un agente externo que pone en peligro la vida, como el coronavirus y sus nuevas variantes, o la tristeza de haber perdido una relación valiosa, un empleo o la vida de un ser querido.

Sin embargo, cuando las emociones se mezclan con los pensamientos derivan en los sentimientos, agrega Álvarez. “Cuando yo estoy alimentando esa tristeza con pensamientos como ‘no soy bueno’, ‘será imposible recuperarme de esto’, puedo convertir una tristeza en una tristeza profunda o depresión. La incertidumbre, por ejemplo, es miedo alimentado con un montón de pensamientos. Entonces lo primero que debo hacer es identificar si siento la emoción pura o si la he alimentado con pensamientos”.

Desde el punto de vista de Estefania Riofrio, cada persona manifiesta sus emociones de forma diferente, pero una recurrente es somatizar. “Nos puede doler mucho la cabeza, el estómago o el pecho. Me siento con fatiga, no me concentro y mi ánimo está un poco bajo. Si voy al doctor puede que médicamente no tenga nada anormal y me diga que todo está bien. Esa es la primera alerta de que algo más pasa, no relacionado con lo médico sino con lo psíquico”. Otra señal viene “si lloro mucho cuando algo menor sucede o me siento indiferente a la mayoría de situaciones son indicadores de que un apoyo psicológico es necesario”, indica la terapeuta.

Así como la gente no suele avergonzarse por tener hambre, sentir tristeza puede ser una emoción en los parámetros normales. La psicóloga clínica Alejandra Álvarez da algunas pautas para reconocer que esta emoción se está saliendo de sus manos: “Es difícil hacer las cosas, me quedo paralizada todo el día y no puedo dormir. Es normal estar muy triste por momentos pero luego puedo seguir con mi vida, avanzo. Cuando siento que no puedo, que por más que me esfuerzo no soy capaz, cuando dejo cosas que antes hacía con normalidad como bañarme, vestirme, estudiar o trabajar, necesito ayuda”.

Hacer algo al respecto

Cuando se aprende que las emociones hacen parte del día a día, y que mal manejadas pueden afectar funciones físicas, es importante aprender a conocerlas, dice Andrade. Hacer un alto en el camino y detenerse a mirar qué es lo que estoy sintiendo y si es algo normal.

“Estar alerta y conscientes de las emociones no permite entender cómo nuestras experiencias pasadas afectan nuestras experiencias del presente y podremos a hacer cambios en cuanto a cómo tolerar y llevar esas emociones que antes eran incómodas”, anota Riofrio. Y cita una frase del doctor Leslie Greenberg, autor del libro Emotion-Focused Therapy: “Los individuos debemos vivir en armonía con nuestras emociones y no las tenemos que tratar de dominar todo el tiempo”. El camino es reconocerlas, aceptarlas y aprender a lidiar con ellas en el diario vivir . n

¿Cómo lidiar con las emociones?

1. Prestarse atención. Escuche los dolores de su cuerpo, las peleas recurrentes. Haga un alto.

2. Exprese lo que está sintiendo. En un primer nivel, con usted mismo. Escríbalo, pinte o hable solo.

3. Después hable con personas que sean apoyo emocional para usted. Cuénteles cómo se siente.

4. Si es difícil identificar la raíz de una emoción que lo afecta, busque a un profesional en salud mental.

5. Genere acciones que lo alejen de la raíz. Evite detonantes de una emoción que lo afecta.

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