La Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore) anunció su salida de la mesa de negociación que el Gobierno del presidente Gustavo Petro adelanta con el grupo armado ilegal Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB).
El retiro fue comunicado este 22 de diciembre a través de un pronunciamiento en el que Acore, en representación de 80 organizaciones agrupadas en la Mesa de Trabajo Fuerza Púrpura, informó la terminación de la participación de su delegado en los diálogos.
Según explicó Acore, su participación en la mesa había sido acordada previamente con el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, y se concretó con la designación del coronel (r) Jaime Ariza Girón como su representante, nombramiento que fue realizado por el jefe negociador del proceso, Armando Novoa.
Puede leer: Las Zonas de Ubicación Temporal, la apuesta tardía para salvar la “paz total”
Sin embargo, la Asociación aseguró que, de manera “inexplicable”, su delegado fue desconocido y posteriormente excluido de la mesa.
De acuerdo con Acore, uno de los puntos de quiebre fue el reclamo que hizo su representante por el intento de homicidio e incineración de miembros del Ejército Nacional en el departamento de Putumayo, una zona bajo influencia del CNEB.
A esto se sumó la postura de la Asociación frente a la extradición de Andrés Rojas, alias “Araña”, uno de los cabecillas del grupo armado.
En el comunicado, Acore explicó que recomendó que cualquier decisión sobre la extradición estuviera condicionada a la “desmovilización perentoria de su estructura ilegal”, una posición que, según la organización, no fue compartida por el jefe negociador ni por el resto del equipo. “El jefe negociador encontró inaceptable la discrepancia de criterio en la recomendación expresada por nuestro representante”, afirmó la Asociación.
Regístrate al newsletter