Ya pasó más de un mes desde que Miguel Uribe Turbay fue atacado en medio de un acto político de campaña que realizaba en Bogotá. A pesar de que sus heridas fueron críticas (le dispararon en la cabeza), el senador tuvo suerte: recibió ayuda médica casi de inmediato. Ahora, los médicos de la Clínica Santa Fe, donde Uribe lucha por su vida, dieron un nuevo parte médico.
“Durante los últimos días, el paciente ha mostrado una respuesta clínica favorable y estable, evidenciada tanto en las recientes imágenes diagnósticas realizadas (resonancia magnética, tomografía, Doppler, entre otras), como en su respuesta a las intervenciones quirúrgicas y médicas. En este contexto, y como parte del proceso integral de atención, se inició el protocolo de neurorehabilitación”, dice el nuevo informe.
Según World Health Organization (WHO), un proceso de neurorehabilitación es un conjunto de intervenciones médicas, terapéuticas y psicológicas diseñadas para ayudar a personas que han sufrido daños en el sistema nervioso, como un accidente cerebrovascular, traumatismo craneoencefálico o enfermedades neurodegenerativas. Su objetivo es recuperar o compensar funciones afectadas —como el habla, el movimiento o la memoria— y mejorar la calidad de vida del paciente.
Esta recuperación no solo depende del daño cerebral, sino también de la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales. Según el Dr. Volker Hömberg, neurólogo y presidente de la World Federation for NeuroRehabilitation, “la neurorehabilitación debe ser intensiva, interdisciplinaria y centrada en la persona para obtener los mejores resultados”.
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Este proceso requiere la colaboración de un equipo multidisciplinario, que puede incluir neurólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas y psicólogos.
A pesar de las mejorías en varios aspectos y de la nueva etapa de recuperación, la fundación precisó que el senador del Centro Democrático “requiere continuar su manejo en la Unidad de Cuidados Intensivos, con soporte ventilatorio mecánico y bajo sedación, al igual que con monitoreo hemodinámico y neurológico para la detección temprana de cualquier cambio”.