Un video viral que circula en redes sociales encendió las alarmas y generó preocupación en el sector aeronáutico colombiano durante los últimos días, al punto que la Aeronáutica Civil le pasó el caso a la Fiscalía.
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Se trata de la grabación del 21 de julio, que mostró a un joven de 18 años, hijo de un controlador aéreo, impartiendo instrucciones y manipulando equipos de comunicación en la torre de control del Aeropuerto El Dorado en Bogotá.
Luego de que los videos quedaran al aire en las diferentes plataformas digitales, el incidente generó un debate sobre la seguridad y el cumplimiento de los protocolos en una de las zonas más restringidas de la aviación.
Las voces del sector: imprudencia, pero sin Riesgo
La Asociación Colombiana de Controladores de Tránsito Aéreo (ACCTA), a través de su presidenta Irina Lara, se pronunció sobre el caso en diálogo con Noticias Caracol.
Aunque el hecho fue calificado como una “violación grave de las normas de operación” por Aerocivil, Lara enfatizó que la situación, a pesar de su imprudencia, “no implicó un riesgo para la seguridad” de las operaciones aéreas.
Lara explicó en principio que el joven estuvo acompañado en la torre, por lo que dijo puntualmente que “esta persona nunca estuvo sola”. Después, detalló que el controlador aéreo de turno estuvo presente y lo guio en todo momento. “Se ve la mano del compañero que lo estaba guiando”, afirmó la presidenta de la ACCTA.
Según su versión, la acción se produjo en un momento de “baja densidad de tránsito” y el joven “solo repetía lo que el controlador le indicaba”, siempre bajo la modalidad de “doble comando”.
La presidenta también aclaró el uso de un teléfono por parte del joven, lo que había generado dudas. Explicó que los controladores suelen usar audífonos inalámbricos para supervisar las comunicaciones.
En este caso, el joven “tenía un teléfono conectado a la consola porque no trabajaba con audífonos, por eso simplemente repetía lo que le decían que dijera”, concluyó.
Reconocimiento de una “imprudencia Innegable”
A pesar de las explicaciones sobre la falta de riesgo inmediato, Irina Lara no minimizó la gravedad del suceso luego de asegurar que lo que paso fue algo “imprudente” para todos. “No podemos tapar el sol con un dedo, fue imprudente, pero no implicó un riesgo para la seguridad” sentenció.
Según expertos, la presencia de un particular sin licencia ni entrenamiento en una zona tan crítica como la torre de control, destacó la importancia de revisar y reforzar los protocolos de acceso y supervisión en las instalaciones aeroportuarias del país.
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