El profesor universitario Carlos Andrés Salazar Martínez tardó casi cuatro años en la escritura de El ciclo del agua, una novela que parte de una experiencia personal durante una expedición al nevado Santa Isabel, uno de los ecosistemas colombianos en peligro de desaparecer. El año pasado, el autor envió el texto a la convocatoria de la editorial Angosta, que decidió incluir en su catálogo esta novela breve.
Carlos Andrés es ingeniero de formación, pero ha combinado esa carrera con una producción constante en el campo de la literatura, especialmente en los géneros del ensayo y el cuento. Esta es la primera incursión en el género de la novela, luego de publicar un libro de sus cuentos con ilustraciones de un amigo.
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El origen del libro se remonta a un viaje que Salazar realizó con su esposa al Parque Nacional Natural Los Nevados. Durante el recorrido, antes del ascenso, su esposa perdió el conocimiento y se golpeó contra una roca. Esto desencadenó una serie de decisiones médicas y logísticas para bajarla de la montaña y llevarla hasta Pereira, debido a la cercanía y las recomendaciones de los equipos de rescate. Este evento, además de las condiciones del glaciar, activó en el autor una reflexión sobre los temas médicos, ambientales y humanos que terminarían conformando la novela.
“Empecé a tomar notas, a reconstruir lo que pasó y luego a entrevistar especialistas”, cuenta Salazar. En el proceso de investigación habló con Jorge Ceballos, glaciólogo colombiano, quien le explicó que no era infrecuente que visitantes del Santa Isabel sufrieran desmayos y traumatismos. Ceballos también le ofreció datos sobre el estado actual de los glaciares del país, en especial sobre el Santa Isabel, que podría desaparecer completamente en la próxima década, según cálculos científicos.
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Además de Ceballos, Carlos Andrés entrevistó a médicos especializados en trauma y rehabilitación. Esto le permitió incorporar elementos clínicos y sociales en la historia. Una de las conclusiones de esa documentación tiene que ver con la falta de políticas públicas en Colombia para la recuperación de pacientes que han pasado por unidades de cuidados intensivos. Según el autor, existe una desconexión entre el alta hospitalaria y la vida cotidiana, lo que afecta la calidad de vida de los sobrevivientes.
Estos tres ejes —la crisis de los glaciares, la experiencia médica y los procesos de rehabilitación— son las líneas temáticas que articulan la novela. Salazar los aborda desde una perspectiva íntima y reflexiva, a través de un narrador que reconstruye los hechos con distancia y al mismo tiempo con implicación personal.
La escritura del texto, según el autor, se dio en medio de otras responsabilidades académicas y profesionales. “Soy de procesos largos, de arcos largos de escritura”, afirma. Durante esos cuatro años, la novela pasó por varias versiones, una de las cuales llevaba el título Poleca Casué, que significa “princesa de las nieves” o “doncella de las nieves”. Ese nombre inicial hacía alusión al imaginario de los cuentos tradicionales, aunque luego fue reemplazado por El ciclo del agua, que evoca de manera más directa los temas centrales de la historia.
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En términos formales, Salazar señala que se inspiró en autores como Alessandro Baricco, especialmente en sus novelas Seda y Novecento, por su brevedad y enfoque poético. También menciona como influencia al noruego Jon Fosse, premio Nobel de Literatura 2023, cuyo estilo introspectivo y condensado le ofreció una referencia para construir el tono narrativo.
La publicación de la novela coincide con la declaratoria de 2025 como el “Año Internacional de la Preservación de los Glaciares”, una iniciativa de la UNESCO para alertar sobre la desaparición de estos ecosistemas. Para Salazar, este contexto le da al libro una pertinencia particular, aunque insiste en que el interés no fue documental, sino narrativo. “Quería escribir desde lo que viví, pero también desde lo que está pasando con estos paisajes que se están extinguiendo”.