Durante el 25 y 26 de julio, la programación del Festival Vibra Urabá puso en el centro del escenario la riqueza cultural, gastronómica y ambiental de esta subregión de Antioquia. Organizado por Comfama en Apartadó, el Festival incluyó charlas, conciertos, además de una feria de emprendedores locales.
Uno de los talleres del viernes 25 consistió en la realización en papel de molas. La mola es una forma de diseño textil originaria de la comunidad guna, que ha evolucionado desde la práctica ancestral de la pintura corporal. Este arte se transmite de madres a hijas y tiene un carácter exclusivamente femenino.
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Carmen Alicia Blanco Pereira, diseñadora étnica de la región de Urabá, explicó que “la mola empieza mucho antes de lo que sería la colonia española”, y que su origen se remonta a los dibujos corporales que las mujeres realizaban con pinturas naturales como una forma de protección espiritual, física y emocional. La geometría en esos diseños representaba una manera de mantener el equilibrio entre cuerpo y entorno.
“La mola en las blusas tradicionales de las indígenas son dos, una que va en el frente y una que va en la espalda”, explicó Blanco. Estas prendas son elaboradas totalmente a mano, sin el uso de máquinas, y su confección puede tardar entre 15 y 20 días. Las molas tradicionales solo usan colores negro y vinotinto, aunque en la actualidad han incorporado nuevas paletas.
Con la llegada de la colonia, la práctica de las pinturas corporales fue reprimida. Las mujeres de la comunidad encontraron entonces en el diseño textil una manera de conservar su cultura. “Las mujeres, en forma de resistencia, encontraron una forma de seguir llevando su legado... y lo pasaron a lo que hoy denominamos mola”, dijo .
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Según Blanco, la comunidad guna es matriarcal. “Los conocimientos por lo general se fortalecen de madres a hijas”, afirmó. Además, el vestuario tradiciona no tiene equivalente para los hombres, quienes adoptaron más rápidamente el vestuario occidental.
El pueblo guna habita en dos países. En Colombia existen dos resguardos legalmente constituidos, ubicados en los departamentos de Antioquia y Chocó, respectivamente. En Panamá la comunidad reside en la comarca Guna Yala, conformada por varias islas del archipiélago de San Blas. Según explicó la entrevistada, los gunas no requieren pasaportes para trasladarse entre Colombia y Panamá, solo el permiso del cacique (en Colombia) o del saila (en Panamá).
Blanco conoció a la comunidad desde niña. Se formó en confección industrial en el SENA y posteriormente en diseño de modas. Su emprendimiento, llamado Carmen Blanco Fusión Cultural, se enfoca en confeccionar prendas con valor cultural sin intervenir las blusas tradicionales, que considera sagradas. Si un cliente solicita una prenda tradicional, contacta directamente con las mujeres indígenas.
“El mundo está cambiando, los emprendimientos deben tener identidad, un valor diferenciador”, recuerda Blanco que le decían sus profesores. Ella identificó su ascendencia afro e indígena como una fuente de inspiración para su proyecto.