Con tres monoplazas en las primeras posiciones, Ferrari domina provisionalmente las 24 Horas de Le Mans, aumentando poco a poco la distancia sobre Porsche, BMW y Toyota, que sufren para mantenerse con opciones.
Tras la salida dada por la leyenda del tenis Roger Federer, una decena de monoplazas se mantuvieron en un margen inferior a un minuto tras las primeras cuatro horas, ofreciendo al público la pelea que prometía esta edición.
Hasta que Ferrari, que suma dos victorias consecutivas en Le Mans, tomó las riendas.
Los tres ‘Hypercars’ italianos se situaron en las tres primeras posiciones, para ir aumentando poco a poco la ventaja sobre sus perseguidores.
Vuelta a vuelta, los dos Ferrari de fábrica, el número 51 (vencedor en 2023) y el N.50 (vencedor de 2024) luchaban por la primera posición junto al monoplaza del equipo privado AF Corse, el N.83, reconocible por su color amarillo.
Poco antes de los repostajes, los Ferrari rodaban prácticamente rueda a rueda, aparentemente intocables para la competencia.
De entre sus rivales destaca el Porsche N.6, a unos cuarenta segundos de distancia, luego de haber logrado una gran remontada, pasando de la 21ª posición de la parrilla a la 4ª en solo 1 hora y 15 minutos de carrera.
Los monoplazas de la Scuderia han demostrado una gran velocidad punta en rectas, con el N.51 alcanzando los 364,9 km/h.
Tras siete horas de carrera, el equipo italiano parece encaminado a un “doble triplete”: ocupar las tres posiciones del podio y sumar tres victorias consecutivas.
Toyota, que buscaba volver a ganar tras sus cinco años de dominio entre 2018 y 2022, está a cincuenta segundos de la cabeza de carrera mientras que otros aspirantes como Cadillac, BMW o Alpine, que aspiraban a plantar más cara, quedan ya relegados a más de un minuto.
