Después de lo sucedido con Sao Paulo, que lo eliminó de la Copa Libertadores, Atlético Nacional vive un momento de dudas. Entre los aficionados surge una pregunta que no se disipa: ¿por qué Edwin Cardona no volvió a ser titular indiscutible en el equipo? Varias respuestas se abren camino y todas apuntan a una misma realidad: el presente del “10” paisa está íntimamente ligado a la confianza, a su actitud y también a las decisiones de Javier Gandolfi, un técnico que hoy camina sobre la cuerda floja.
El recuerdo del doble duelo frente al club brasileño aún parece pesar sobre Cardona. Aquel partido marcó un antes y un después, como si el brillo de su talento hubiera quedado atrapado en esas noches amargas. El mismo Francisco “Pacho” Foronda, exreferente verdolaga, lo expresó sin rodeos: “Uno lo ve y hasta cree que la parte sicológica le afectó la parte física. Es un jugador que Nacional necesita, un muchacho que debe dejar atrás lo que sucedió”.
Foronda agrega que Edwin superó peores desafíos en Boca Juniors y Racing, cree que su magia sigue intacta, pero falta que aparezca el carácter.
El panorama no se explica solo desde lo anímico. También entra en juego el nivel de Juan Bauzá, el volante argentino que se ha convertido en una pieza de valor del medio campo. Su fútbol rápido, vertical y dinámico ha restado minutos a Cardona, aunque Gandolfi ha intentado juntarlos en ciertos partidos. Cuando esto sucede, Bauzá se desplaza al extremo, pero muchos coinciden en que lo ideal sería verlos a ambos como interiores, conectando la creación con la definición.
La actitud también le ha jugado malas pasadas al antioqueño. En el clásico frente al DIM, que terminó en un vibrante 3-3, fue protagonista con un pase gol a Morelos para sellar la igualdad. Sin embargo, la celebración apuntó a la tribuna en un gesto desafiante, aunque luego negara haber dedicado el tanto a la hinchada. Ese tipo de actitudes generan división: mientras algunos ven rebeldía positiva, otros perciben un descontento que no ayuda en un momento donde el equipo necesita serenidad.
Gandolfi, consciente de lo que significa tener a Cardona en plenitud, ha manifestado que lo lleva “de a poco” para que recupere la confianza. La pelota está en la cancha del jugador: si logra reponerse y reencontrar su mejor versión, puede volver a ser el eje del equipo que el año pasado levantó la Liga, la Copa y este año la Superliga.