1.500 personas, aproximadamente, llenaron las calles de esa ciudad para darle una voz de aliento, de respaldo, a los futbolista dirigidos por el argentino Javier Gandolfi, que buscarán mantener la superioridad deportiva que mostraron hace una semana, en la ida, en Medellín, pero agregarle la eficacia en definición que tanto le faltó en el Atanasio Girardot.
David Ospina, capitán del equipo antioqueño, se mostró emocionado por el acompañamiento de la gente. También lo hizo Marlos Moreno, quien regresó después de 9 años y se ha convertido en el talismán de los aficionados para atraer, de nuevo, el triunfo épico que consiguieron hace 9 años en el Morumbí, con el extremo paisa como protagonista.
Por eso fue que tantos aficionados viajaron a suelo brasileño. Entre el domingo y lunes casi todos los vuelos que salieron desde el aeropuerto El Dorado de Bogotá, hacia Sao Paulo iban llenos de hinchas verdes, que quieren vivir, de primera mano, la historia.
“Estar aquí en Brasil, para mí, es una emoción muy grande. Siempre soñé con conocerlo y es lindo estar aquí siguiendo al equipo de mis amores. Me parece impresionante ver la magnitud de la hinchada de Nacional, que llena en cualquier cancha, cualquier país, que va a donde sea. Me revive algo del 2016. Tenemos buenos recuerdos de la Libertadores. Saber que en ese momento lo vi en casa por televisión y ahora estar acá me llena de felicidad”, aseguró Emiliano Acosta, aficionado que viajó.
De acuerdo con lo que narró, se espera que el martes, antes del partido, salan 70 buses desde el estadio Pacaembú hasta el Morumbí con aficionados de Atlético Nacional que llenarán las tribunas de ese escenario deportivo.