La noticia de la muerte del Papa Francisco a los 88 años ha dejado un vacío profundo no solo en el mundo católico, sino también en el universo deportivo, donde su pasión por el fútbol y sus gestos llenos de humildad y cercanía dejaron huella. Para Colombia, el recuerdo es aún más especial, pues el pontífice argentino no solo fue un hincha confeso de San Lorenzo en su natal Buenos Aires, sino que también mostró su aprecio y cercanía con varios equipos del fútbol colombiano, dejando momentos imborrables.
En marzo de 2013, cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Papa, Millonarios fue uno de los primeros clubes colombianos en encontrar una conexión especial con el nuevo pontífice. Ese mismo año, a través de sus redes sociales, el equipo embajador compartió con orgullo una imagen que quedaría marcada en su historia: el momento en que el Papa Francisco bendijo la camiseta azul.
La escena fue posible gracias a monseñor Alirio López, reconocido en Bogotá por su incansable trabajo en favor de la paz y el fútbol como herramienta de reconciliación. Durante una audiencia en el Vaticano, monseñor López le entregó la camiseta al Santo Padre, quien la recibió con afecto y la bendijo. En ese instante, Millonarios sintió que su mística se llenaba de un significado más profundo. “Esta bendición del Papa Francisco a nuestra camiseta es un mensaje de paz que valoramos con el corazón”, expresó entonces Felipe Gaitán, quien presidía el club capitalino.
Pero la relación del Papa con el fútbol colombiano no terminó ahí. En septiembre de 2017, durante su histórica visita pastoral a Colombia, Francisco dejó otra muestra de su sensibilidad por el balompié criollo cuando, en medio de su discurso en la Plaza de Bolívar de Bogotá, se refirió con simpatía al clásico del fútbol colombiano: Atlético Nacional vs. América de Cali.
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Con una sonrisa y en tono distendido, el pontífice destacó cómo el deporte puede ser un puente de unión entre los jóvenes, más allá de rivalidades: “Los jóvenes coinciden en la música, el arte y hasta una final entre Atlético Nacional y el América de Cali es ocasión para estar juntos”, comentó, arrancando aplausos y sonrisas de la multitud que lo escuchaba emocionada.
Su simpatía por los equipos colombianos no quedó solo en palabras. Durante aquella misma visita, Alejandro Char, actual alcalde de Barranquilla y ferviente hincha del Junior, tuvo la oportunidad de entregarle personalmente una camiseta del equipo tiburón, gesto que el Papa recibió con cortesía y alegría.
Y como si se tratara de un recorrido por la geografía futbolística del país, en otra audiencia en el Vaticano, Francisco también recibió una camiseta del Deportivo Pereira, otro gesto que confirma la calidez con la que el pontífice abrazaba las expresiones culturales y deportivas de cada lugar.
También, en 2023, Félix González, integrante de Cantera Sub 11 del Envigado, tuvo una audiencia con el Papa y le obsequió la camiseta naranja.
Hoy, con su partida, el mundo del fútbol colombiano recuerda con gratitud y afecto a un Papa que entendió como pocos el poder del balón para unir corazones, tender puentes y promover la paz. Su humildad, su sencillez y su cariño hacia los hinchas quedarán grabados en la memoria de los clubes y aficionados, que hoy elevan sus oraciones por quien bendijo más de una camiseta, pero sobre todo, sembró valores que trascienden cualquier camiseta.
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