No importaba quién ganara. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner han dado un espectáculo digno de libro en la cancha Philippe Chatrier durante la final del Roland Garros 2025. El polvo de ladrillo de la “court” central se ve desatada por los movimientos en línea recta, paralela, que han hecho los tenistas frente a las celebridades que los ven en las tribunas y los millones de personas que observan el partido por televisión.
El par de “niños”, uno con 23 años y el otro con 22, jugaron la final más larga de la historia del Slam parisino. El partido duró 5 horas y 29 minutos de encuentro. En ellas, Sinner ganó los dos primeros sets (6-4 y 7-6). Entre tanto, el español también suma dos mangas (6-4 y 7-6). Pero en el último set, en el que fue necesario un Súper Tie Break (ganaba el primero en llegar a 10 puntos) para definir al ganador. Se impuso, con holgura, el español.
En el quinto set, el público coreó el nombre de Carlos, vigente campeón, pero también el de Jannik, que busca su primer título en París. Desde que superaron las 4 horas y 42 minutos de partido, los dos jóvenes se metieron en la historia del torneo.
Esta final superó en tiempo a la que disputaron Guillermo Vilas y Mast Wilander en 1982, para definir al ganador del título en París. Debieron pasar 43 años para que un par de tenistas dieran un espectáculo más largo que aquel, que tiene a todo el mundo pegado a la silla. De verdad, nadie se quiso perder nada.