El actor estadounidense Dana Ashbrook, conocido por su papel de Bobby Briggs en la serie Twin Peaks, conversó con EL COLOMBIANO sobre su formación, el impacto del programa dirigido por David Lynch en su carrera y su visión sobre el teatro. La serie está presente en el catálogo de la plataforma Mubi.
Ashbrook creció en una familia vinculada estrechamente al arte dramático. Su padre fue profesor de teatro y su madre maestra de escuela, mientras que sus hermanas mayores también se dedicaron a las artes escénicas. Desde joven, Ashbrook participaba en producciones teatrales familiares durante el verano, aunque su interés principal en ese momento eran los deportes.
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El cambio de rumbo llegó a los 16 años, cuando visitó a su hermana Daphne en un set de grabación en Los Ángeles. Esa experiencia fue decisiva: “Pensé: ‘wow, esto parece algo que quiero hacer’”, explicó. A partir de ahí, se involucró seriamente en el departamento de drama de su preparatoria y, tras graduarse, se mudó definitivamente a Los Ángeles para dedicarse a la actuación.
Su decisión de no ingresar a la universidad estuvo motivada por el auge de películas protagonizadas por jóvenes actores en los años ochenta. “Había muchas películas con gente joven como The Outsiders, The Breakfast Club, todas esas películas con todos esos jóvenes”, recordó. Consideró que era el momento adecuado para intentarlo directamente en la industria sin pasar por una formación académica convencional.
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Ashbrook describió sus primeros años en Hollywood como una etapa muy distinta a la actualidad. En aquella época, sin acceso a tecnología digital, las audiciones requerían desplazamientos físicos y un alto grado de disponibilidad. “Tenías que quedarte en casa para recibir esa llamada”, relató. Los actores utilizaban guías impresas para ubicarse en una ciudad extensa como Los Ángeles y recogían personalmente los fragmentos del guion. Hoy en día, en contraste, las audiciones en video y los recursos digitales han transformado completamente la dinámica del oficio.
El punto de inflexión en su carrera fue su participación en Twin Peaks. Aunque hasta ese momento no había tenido papeles destacables, Ashbrook considera que su papel como Bobby Briggs marcó una diferencia significativa. “Tuve suerte de estar en el momento correcto, en el lugar correcto”, afirmó. Desde entonces, su carrera ha estado influenciada por la visibilidad y el reconocimiento que le otorgó la serie.
El impacto de Twin Peaks fue, en retrospectiva, más evidente para Ashbrook. En su momento, no percibió que estaba participando en una propuesta innovadora, pero más tarde comprendió que la serie transformó aspectos fundamentales de la televisión estadounidense, como la narrativa, el ritmo y el tratamiento visual. “Lynch trajo el elemento cinematográfico a la televisión”, explicó, destacando el contraste con la televisión convencional de la época, caracterizada por la iluminación uniforme, el maquillaje impecable y la falta de realismo estético.
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Ashbrook también reflexionó sobre el regreso de la serie en 2017, casi tres décadas después de su estreno original. Su personaje atravesó una transformación notable: pasó de ser un adolescente rebelde involucrado en actividades ilícitas a convertirse en una figura más estable. “Fue sorprendente descubrir exactamente cómo terminó Bobby”, dijo. El proceso de reincorporarse al universo de Twin Peaks fue una experiencia positiva para el actor, que valoró la evolución narrativa de su papel.
Además de su trabajo en cine y televisión, Ashbrook ha tenido una participación activa en el teatro, disciplina que considera fundamental para su desarrollo como actor. Destacó el proceso de ensayo como un espacio de descubrimiento creativo. “Siempre hay momentos en los ensayos en los que piensas que eres lo peor y la obra es lo peor, pero puedes agotar todo eso y luego salir de ahí y encontrar la manera de superarlo”, comentó. Para él, esa exploración constante y el reto de repetir una obra cada noche hacen del teatro una experiencia artística muy distinta a la de la pantalla.
Aunque no ha participado recientemente en montajes teatrales, recordó con agrado una obra que realizó hace dos años en Connecticut, poco antes de mudarse nuevamente a Los Ángeles. A diferencia de las producciones televisivas, donde el tiempo suele ser limitado, el teatro le permite profundizar en los personajes a lo largo del tiempo.