El ejército ucraniano se atribuyó este sábado una serie de ataques con drones contra infraestructura energética e industrial en territorio ruso, en lo que calificó como una represalia por los recientes bombardeos de Moscú sobre ciudades ucranianas, incluido un ataque mortal en Kiev que dejó al menos 31 muertos.
Según informó el Estado ucraniano, los drones impactaron la refinería de Novokuybyshevsk (en Samara) y la planta de Riazán, una de las más grandes de Rusia. También fueron alcanzadas instalaciones estratégicas en las regiones de Penza y Vorónezh, incluyendo depósitos de combustible y una planta de electrónica vinculada al sector defensa.
Los objetivos, según Ucrania, hacen parte del aparato bélico ruso y su destrucción busca limitar la capacidad logística de Moscú. Las imágenes compartidas en redes muestran explosiones y columnas de humo en zonas cercanas a estas infraestructuras.
En la región de Penza, videos locales muestran explosiones en la planta Electropribor, que produce sistemas de comunicación encriptada y equipos para vehículos militares y aeronaves. También habría sido afectada la fábrica de radio de Penza, que ya había sufrido ataques similares el 31 de julio.
El gobernador de Samara, Vyacheslav Fedorishchev, confirmó el impacto de drones en una instalación industrial en Novokuybyshevsk, que causó la muerte de una persona. En respuesta, las autoridades impusieron restricciones temporales al tráfico aéreo y al internet móvil en la zona.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso aseguró haber interceptado al menos 112 drones en regiones como Moscú, Briansk, Kaluga, Oriol, Belgorod, Kursk y Riazán. No obstante, los gobiernos locales admitieron que varios de estos dispositivos alcanzaron sus objetivos, provocando incendios y afectaciones temporales.
La refinería de Riazán, ubicada a unos 190 kilómetros de Moscú, tiene una capacidad de procesamiento de más de 340.000 barriles diarios y es una pieza clave en el sistema energético ruso. La planta de Novokuybyshevsk procesa más de 177.000 barriles al día. Ambas refinerías pertenecen a Rosneft, que no ha emitido comentarios hasta el momento.
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Los ataques ocurren en medio de un incremento en la ofensiva aérea de Rusia contra ciudades ucranianas. El jueves, Kiev fue blanco de uno de los bombardeos más letales desde el inicio de la guerra, con un saldo de 31 muertos y 159 heridos, entre ellos 16 niños, según datos oficiales.
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