Dos golpes contundentes recibió la banda de San Pablo en las últimas horas y aunque no se trata de acciones coordinadas sí marcarían un duro revés para esa organización que ha hecho parte de la federación delincuencial La Terraza.
Uno de esos impactos negativos corrió por cuenta del atentado sicarial contra el jefe de esa organización, Adiel Fabián Covaleda, ocurrido en la noche del domingo pasado dentro de un establecimiento nocturno de la zona nororiental de Medellín.
Aunque el reconocido delincuente logró salir con vida a pesar de las múltiples heridas que sufrió en la cabeza, poco después falleció en la Unidad Intermedia de Santa Cruz.
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El segundo fue la captura de 23 de los integrantes de esa colectividad de crimen organizado, en una acción coordinada entre la Policía, la Fiscalía General de la Nación y la Alcaldía de Medellín, que aunque fue informada después del deceso del reconocido delincuente, resulta evidente que se realizó antes.
La operación oficial contra esta banda sucedió mediante 30 allanamientos y luego de que se surtiera una investigación que duró más de diez meses por parte del Gaula Metropolitano, según informó la Policía a partir de denuncias sobre las acciones que la banda de San Pablo ejecutaba, como secuestro, extorsión, desplazamiento forzado, tráfico de estupefacientes y homicidios, entre otros.
Su radio de acción ha sido alrededor de los barrios Manrique San Pablo, Santo Domingo Savio, La Avanzada, Carpinelo, Bello Oriente, Carambola, El Compromiso (comunas 1 y 3 de Medellín), y el Pinar, de Bello.
Tras la individualización de los presuntos delincuentes con base en las pruebas acerca de su participación en los delitos señalados, se emitieron las respectivas órdenes de captura por concierto para delinquir agravado, secuestro extorsivo, extorsión agravada, desplazamiento forzado y porte, tráfico y fabricación de armas de fuego.
