Entre el 2 y el 7 de junio en Medellín se dieron cita los mejores bartenders, cocteleros y sommeliers de todo el planeta. Llegaron convocados por Juniper y el gremio de bares y restaurantes de Medellín, la marca de licores paisa que hace, entre otras cosas, el mejor gin tonic envasado del mundo, y motivados por una causa social.
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Durante toda la semana, estos hombres y mujeres sirvieron sus mejores y más exóticos tragos en 12 de los mejores bares y restaurantes de la ciudad: Mamba Negra, Naúfrago, Carolina, Nikú, por poner algunos ejemplos.
Pero eso, el trabajo de noche en los bares con los clientes, casi todos extranjeros, era solo la mitad del trabajo. La otra parte ocurría de día. Gracias a una alianza entre los restaurantes y bares, Juniper y la Alcaldía de Medellín, becaron a 33 jóvenes de la ciudad que están en condición de vulnerabilidad y con alto riesgo de entrar a la delincuencia, para darles charlas y talleres de coctelería en la Universidad Eafit. Los profesores son los mismos bartenders de todo el mundo que en las noches trabajan en los bares más finos:
Pero no solo eso: los 33 jóvenes, que ya hacen parte del programa ´Parceros´ de la Alcaldía, se emplearán en cada uno de los bares y restaurantes que participaron del programa y pasarán de no tener un trabajo estable a tener empleos formales con ingresos que pueden superar hasta los $5.000.000 al mes incluyendo las propinas.
Es un gana-gana: por un lado, los bares y restaurantes capacitan a un personal que cada vez es más necesitado y para el que hay poca oferta en la ciudad, y por el otro, los jóvenes aprenden una habilidad que les sirve en cualquier parte del mundo, consiguen un empleo, y se alejan de la ilegalidad.
La cabeza de todo el proyecto es Juan David Zapata, el creador y el paladar detrás de Juniper, donde, como dije antes, hacen el mejor Gin Tonic ready to drink (preparado) del mundo, y otros cocteles y licores que compiten con las grandes productoras de todas partes. Detrás de la iniciativa también estuvieron otros líderes y bartenders reconocidos como Joshua Guerrero, Maycol Tobón, Leonardo Figueroa y Konrad Kaczmarzyk.
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Antes de aprender a mezclar licores, Juan David era barrista del DIM y estudiante de Ingeniería Industrial. Lo primero lo dejó después de que casi lo matan en un viaje, lo segundo, en medio de un paro en la Universidad de Antioquia.
Entró al mundo de la coctelería precisamente en medio de uno de esos paros que lo aburrieron de la carrera. Hizo un diplomado gratis para jóvenes de escasos recursos que hacía la multinacional británica de licores, Diageo. Ahí aprendió de rones, mezcales, tequilas y aguardientes. Luego se fue para el Cedezo de San Javier y ahí aprendió, también gratis, a pedir un préstamo, hacer un presupuesto y sacar un Rut.
Primero trabajó en bares y restaurantes, luego puso un emprendimiento para atender eventos privados, pero no le fue bien, y hace 10 años montó Juniper, que produce cerca de 20 productos entre sodas, cocteles y otras bebidas, y que el año pasado vendió casi dos millones de botellas en Colombia, Costa Rica, República Dominicana y Panamá.
Ahora Juan David quiere que jóvenes de barrios populares, como él, encuentren en la coctelería un camino para labrarse un futuro y cambiar su destino y el de sus familias.
