La economía colombiana carga con un lastre que cada vez pesa más: el costo de su deuda pública. En medio de un panorama fiscal ajustado y una creciente percepción de riesgo, Colombia se ha colado en un nada honroso ranking: es el sexto país con la deuda más costosa del mundo, si se mide por la tasa de interés de sus bonos soberanos a 10 años en moneda local, así lo reveló un estudio del Banco Popular.
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Según el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), recientemente presentado por el Ministerio de Hacienda, el país deberá destinar alrededor de $86 billones solo para el pago de intereses de la deuda, una cifra que representa el 4,7% del Producto Interno Bruto (PIB).
Este es uno de los niveles más altos registrados en la historia económica reciente del país.
Las tasas de los TES, por las nubes
Uno de los principales síntomas de esta situación es el fuerte incremento de las tasas de los Títulos de Tesorería (TES) a 10 años.
En junio de 2024, estos papeles se negociaban al 10,30%; hoy, un año después, esa tasa ya llega al 12,70%, lo que equivale a un incremento de 240 puntos básicos.
Este aumento no solo refleja las condiciones internas —como la percepción de riesgo, la estabilidad política o la sostenibilidad fiscal—, sino también la forma en que el mercado internacional está castigando a Colombia frente a otros países emergentes.
Con esa tasa del 12,7%, Colombia solo es superada por cinco países en el costo de su deuda en moneda local: Líbano, Turquía, Nigeria, Brasil y Rusia.
Lo preocupante es que países como Pakistán (con una tasa de 12,0%) o Sudáfrica (10,1%), que tienen contextos macroeconómicos más complejos, están pagando intereses más bajos.
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La brecha llama la atención especialmente cuando se revisan las tasas de política monetaria. El Banco de la República ha reducido su tasa de intervención, ubicándola por debajo de la de economías como Pakistán. Aun así, el mercado sigue exigiendo intereses más altos por prestarle a Colombia.
¿Por qué tanta desconfianza?
El informe del Banco Popular explicó que el alto costo del endeudamiento tiene una explicación clara: la prima de riesgo que los inversionistas están cobrando a Colombia.
Y esta percepción no viene solo del presente, sino de una acumulación de factores fiscales, políticos y económicos que han deteriorado la confianza, se lee en el reporte.
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El CDS a 10 años —una especie de seguro contra default— también es un termómetro clave: para Colombia, este indicador está en 345 puntos básicos, solo por debajo de Argentina (785) y Turquía (381).
En otras palabras, el mercado percibe que el riesgo de que Colombia no cumpla sus compromisos financieros es alto, y lo está cobrando caro.
El panorama no mejora cuando se analiza la deuda en dólares. En este frente, Colombia figura entre los tres países con el mayor costo de endeudamiento a 10 años, solo superada por Ucrania y Argentina.
Es una posición incómoda que contrasta con la calificación crediticia oficial, que —hasta ahora— aún se mantiene por encima del grado especulativo.
Asimismo, según la entidad bancaria, lo que llama la atención es que, a pesar de tener una inflación moderada (5,1%) y una tasa de intervención del Banco de la República relativamente moderada (9,25%), el país enfrenta una de las primas de riesgo más altas, medida por el CDS a 10 años, que alcanza los 345 puntos básicos.
De acuerdo con el informe, el problema de fondo parece radicar en el déficit fiscal de Colombia (-6,8%) y en la percepción generalizada de que su situación fiscal estructural ha perdido credibilidad. Esto, a su vez, está presionando el costo del crédito, pese a que la calificación crediticia oficial (BB+) no refleja todavía ese nivel de castigo que los mercados ya están aplicando.
De hecho, los inversionistas ya están negociando los bonos colombianos como si el país tuviera una calificación inferior a la que reportan Fitch, Moody’s o S&P. La confianza no solo se ha deteriorado, sino que está afectando de forma directa las finanzas públicas.
“Aunque tras la publicación del MFMP el mercado anticipa una posible reducción en la calificación crediticia, lo cierto es que desde hace un par de años los inversionistas ya negocian la deuda colombiana como si se tratara de un país con un grado de calificación inferior al que actualmente otorgan las principales agencias calificadoras”, concluyó el estudio.