Aunque parecía prácticamente consensuada y lista para pasar sin problemas, la reforma laboral se enredó. De un lado se presentó la propuesta mayoritaria, encabezada por la senadora Angélica Lozano, y de otro, la ponencia del Gobierno, que lidera Aída Avella. La puja está en el inicio de la jornada nocturna y los recargos dominicales y festivos.
El texto mayoritario presentado por Lozano, que tuvo la venia de empresarios, se conoció al cierre de la tarde de ayer y lo componen 75 artículos.
Según Lozano, este mantiene el 80% de lo aprobado en la Cámara de Representantes semanas atrás, y además recoge 10 de las 12 preguntas que contiene la Consulta Popular, que promueve el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Los puntos de discusión en los que no hubo acuerdo, dijo, hacen referencia a si en los recargos nocturnos habrá o no excepciones para las microempresas, y en lo concerniente a si el recargo de los días festivos será del 75% o del 100%, lo cual será objeto de debate hoy por parte de los senadores. Además, se propone una jornada ordinaria de trabajo en cuatro (4) días a la semana.
Según se lee, esta semana de cuatro días podría hacerse una vez se amplíe la jornada diaria, por acuerdo entre el trabajador y su empleador, lo que además permitiría tres días de descanso.
“Esta ampliación no constituye tiempo suplementario o de horas extras, el trabajo por fuera de los días y horarios pactados en esta modalidad se considerará tiempo suplementario u horas extra”, dice el articulado.
Así mismo, se crearía el subsidio de conectividad para quienes trabajan desde casa, reemplazando el subsidio de transporte.
Juan Felipe Lemos, congresista del Partido de la U, reveló que hasta el jueves hubo un consenso entre 14 de los 15 parlamentarios de la Comisión Cuarta, pero por circunstancias del debate esa gran mayoría no se concretó.
“Esta ponencia tiene aspectos distintos a los que aprobó la Cámara de Representantes, y uno de ellos tiene que ver con el contrato de aprendizaje de los estudiantes del Sena. Creemos que este se debe fortalecer y darles mayores garantías a los estudiantes”, dijo.
Otro de los puntos cobijados por esta propuesta es la de mantener el llamado contrato sindical, cuestionado por algunos sectores. “Si el contrato sindical se ha venido utilizando mal en el país, la manera de resolver el problema no es acabando con esa figura, sino ejerciendo más control por parte de Ministerio del Trabajo”, comentó Lemos.
El paquete laboral aboga porque la remuneración por el trabajo en domingos sea del 100%, con una aplicación gradual en el tiempo: 80% en julio de 2025, el 90% en julio del 2026 y el 100% en julio del año 2027; los festivos sería del 75%.
En su intervención, Lemos fue tajante: “Esta reforma no va a resolver el grueso de los problemas laborales que está enfrentando la Nación. Esta es una reforma pensada para mejorar las condiciones de quienes hoy tienen empleo formal”.
Además resultó llamativa la intervención del senador John Jairo Roldán del Partido Liberal, quien reconoció que esta colectividad no firmó la ponencia, pero sí acompañó las discusiones. Insistió en que la intención es procurar unos textos que posibiliten sacar adelante una reforma laboral.
Roldán reparó en la proposición del horario laboral nocturno, pues el Partido Liberal impulsa en la Comisión Séptima del Senado un proyecto de ley que establece que ese horario arranque sin excepciones a las 7 de la noche.
Propuesta alternativa
Ajustándose a lo que anticipó el viernes, en Medellín, el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, en las primeras horas de ayer se presentó una ponencia alternativa del Gobierno.
En un documento de 445 páginas, la parlamentaria del Pacto Histórico, Aída Avella, radicó la propuesta que en su introducción señala que es “el fruto de un esfuerzo colectivo de la bancada del Pacto Histórico, resultado de un riguroso proceso que demandó tiempo, dedicación intelectual y compromiso político con el cambio en el régimen laboral”.
Con 103 artículos este texto busca establecer que la jornada diurna sea entre 6 de la mañana y 6 de la noche, mientras que la jornada nocturna abarque de seis de la noche a 6 de la mañana.
“Colombia tiene una de las jornadas laborales más extensas del mundo, situación que se agrava por el incumplimiento de los derechos laborales básicos”, anotó Avella.
La ponencia alternativa contempla que el pago por trabajo en domingos y festivos sea del 100% del salario ordinario, argumentando que estos días merecen una compensación completa por ser de descanso obligatorio.
Luis Alberto Rodríguez, cofundador de Dapper (empresa de consultoría informática), sostuvo que en este sentido la hora trabajada el domingo pasaría de $9.681 en 2024 a $12.380 en 2027, haciendo que el costo de un fin de semana en donde 438.000 empleados formales trabajen, pase de costar $35.170 millones a $44.060 millones en 2027 con los ajustes. Esta es una diferencia porcentual del 25,17 %.
Sobre el contrato de aprendizaje del Sena, se indicó en la propuesta que es fundamental garantizar la plena formalidad y seguridad de la juventud trabajadora, asegurando que puedan acceder a todos los derechos de seguridad social sin restricciones.
“Actualmente, el Sena lo define como un contrato especial y no como un contrato laboral ordinario, lo que genera un trato diferenciado y limita sus garantías. Si bien este esquema contempla ciertas protecciones básicas, excluye derechos fundamentales como el acceso a caja de compensación familiar, auxilio de transporte y otras prestaciones propias de un contrato laboral estándar”, consta en el documento, que plantea que en la etapa lectiva el aprendiz recibirá el 60% de un salario mínimo mensual y en la etapa práctica un salario completo.
“Considerando la meta del Sena de 254.720 contratos de aprendizaje para 2024, la diferencia de costos ascendería a $243.370 millones, lo que en términos anuales equivale a $2,92 billones. Esta cifra representa el 0,169 % de los ingresos de las 10.000 empresas más grandes en 2022 y el 1,69% de sus utilidades”, señaló Rodríguez.
De otro lado, la ponencia alternativa contempla permisos para atender citas médicas, enfrentar calamidades domésticas graves.
Un avance significativo de esta propuesta es el reconocimiento de licencias por condiciones de salud relacionadas con el ciclo menstrual, como casos incapacitantes de dismenorrea o enfermedades crónicas como la endometriosis, garantizando así derechos laborales más inclusivos y adaptados a las realidades de los trabajadores de hoy.
Críticas a Angélica Lozano
La antesala de la presentación del proyecto de reforma laboral por parte de la Comisión Cuarta del Senado tuvo su rifirrafe en la red social X entre el presidente, Gustavo Petro, y la senadora Lozano.
Para Petro, “en un partido de izquierda no se ordena el asesinato de trabajadores, no se hacen masacres de trabajadores, no se vilipendia el mundo del trabajo, ni se usa la prensa para destruir la organización de la gente que trabaja, no se hacen leyes para explotar más a las y los trabajadores. Un movimiento progresista, es un movimiento de las y los trabajadores”.
Y agregó: “Cualquier militante que en su vida personal y política no se aferre a estos principios estructurantes debe ser examinado a profundidad en los comités disciplinarios o competentes para el efecto. No debe estar con nosotros”.
Si bien el mandatario no utilizó nombres propios, sus letras fueron recogidas por Lozano, quien le replicó: “Presidente, usted condenó una ponencia que no ha leído, de ‘oídas’ por comentarios de quienes tampoco la han leído. Me señaló con nombre propio y a la Comisión Cuarta suponiendo algo que no ha leído”.
Como si fuera poco, en la tarde del lunes en un comunicado del Centro Democrático se cuestionó la actitud de la congresista Lozano, de quien se dijo “ha puesto en riesgo los acuerdos construidos en la discusión técnica de la reforma laboral”, dejando en entredicho el apoyo de esa colectividad al proyecto.
“Le pedimos a la Dra Lozano que a partir de ahora, esta discusión se haga pública y de cara al país, con la intención que se cumpla lo acordado durante las sesiones de trabajo”, se lee en su comunicado.
Así, el debate que arranca hoy en la Comisión Cuarta del Senado tendrá dos textos para debatir y discutir, mientras que el calendario sigue mostrando cómo se acortan los tiempos para las decisiones.