Son varias las recomendaciones que los profesionales de la salud brindan a sus pacientes para que estos lleven una vida saludable. En cuanto a la actividad física, una de las más comunes es realizar caminatas diarias.
Según la Organización Mundial de la Salud, una persona debería caminar al menos 30 minutos al día, pero algunos estudios muestran que dar entre 7.000 y 10.000 pasos diarios sería más beneficioso para mantenerse en forma.
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Sin embargo, una investigación realizada por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago en Estados Unidos reveló que lo que importa no es solo la cantidad, sino la calidad de la caminata. Este estudio comprobó que caminar ligeramente más rápido produce mejoras significativas en la función física de las personas, especialmente en adultos mayores.
La cadencia de la marcha, o sea, el número de pasos por minuto, es una manera fácil e intuitiva de medir la intensidad de la caminata. Para encontrar cuál debería ser la cadencia ideal, el grupo de expertos estudiaron a adultos mayores, los cuales debían inscribirse en programas de caminatas que estaban guiados y evaluados por profesionales en investigación clínica. Fueron divididos en dos grupos: a uno se le pidió que caminara lo más rápido posible, mientras que el otro lo hizo a su ritmo habitual. Todos los participantes fueron monitoreados con un dispositivo ubicado en el muslo.
Los resultados mostraron que aquellos que aumentaron su cadencia en al menos 14 pasos por minuto de su ritmo habitual experimentaron mejoras en su capacidad funcional. Por esto, es que la sugerencia, especialmente para adultos mayores, es intentar caminar con ese aumento de cadencia que documentó el estudio, ya que están probados los beneficios que podría traer para el día a día.