Saviano recibió con lágrimas la sentencia contra los mafiosos que lo amenazaron en 2008, cerrando un juicio que marcó su vida.
El escritor Roberto Saviano, conocido mundialmente por su libro Gomorra, rompió en llanto este lunes tras conocer la sentencia definitiva del Tribunal de Apelación de Roma, que condenó a dos miembros del clan Casalesi por haberlo amenazado de muerte en 2008.
La decisión judicial llega tras 17 años de un proceso lleno de retrasos, traslados y obstáculos que mantuvieron al autor napolitano bajo escolta permanente desde que tenía 29 años.
Los jueces confirmaron la condena de un año y medio de cárcel para Francesco Bidognetti, uno de los capos más poderosos de la Camorra, y de un año y dos meses para su abogado, Michele Santonastaso.
Ambos fueron responsables de lanzar una amenaza directa contra Saviano y la periodista Rosaria Capacchione durante una audiencia del juicio Spartacus, en la que señalaron a ambos comunicadores como los culpables de una eventual condena a la mafia. “Me han robado la vida, y yo me la he dejado robar”, dijo Saviano con la voz quebrada tras escuchar el fallo.
Aunque la condena no cambia su realidad —seguir viviendo escondido, vigilado y señalado políticamente—, representa una validación simbólica para el autor, que durante años ha sido acusado de exagerar la amenaza que lo mantenía bajo protección.
“Durante años dijeron que era una mentira, una operación mediática. Ahora queda claro que el periodismo les da miedo”, expresó Saviano, en declaraciones recogidas por El País de España. En su editorial publicada el mismo día en Corriere della Sera, afirmó: “Esta sentencia es la más importante de mi vida”.
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La justicia italiana tardó casi dos décadas en confirmar lo que se vivió en sala ese 13 de marzo de 2008: una estrategia mafiosa que buscaba intimidar periodistas y condicionar a los jueces. El caso se convirtió en una obsesión para Saviano, quien también confesó haber vivido episodios de depresión severa y hasta haber considerado el suicidio.
Aunque la sentencia le da la razón, él mismo reconoció que la victoria no es suya, sino del periodismo amenazado. “No lo hagáis solos. Haced red”, fue su mensaje a los reporteros que hoy enfrentan a las mafias.
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