La Selección Colombia Sub-17, que hasta hace poco miraba a todos desde la cima del Grupo A en el Sudamericano, se ha encontrado con una dura realidad: el fútbol no perdona la pasividad ni la falta de ideas.
Este miércoles, en el estadio Jaraguay de Montería, con el respaldo de la afición, el equipo dirigido por Fredy Hurtado sufrió una derrota que lo hizo perder no solo el liderato, sino también la confianza que venía construyendo desde el principio del certamen.
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Desde el inicio del partido, Colombia no logró imponer condiciones. Paraguay, con un planteamiento inteligente, hizo del encuentro una lucha cerrada en la mitad de la cancha, cortando los circuitos de juego del combinado cafetero y bloqueando cualquier intento de generar peligro. Lo que parecía un duelo destinado al empate terminó con un mazazo para la Tricolor.
El único gol del partido llegó al minuto 68, cuando Alexis Coronel aprovechó un error en la salida colombiana y, con un potente remate desde fuera del área, venció la resistencia del arquero nacional Jorman Mendoza. Así, se puso fin a una racha de 248 minutos sin recibir goles, un dato que hasta hace poco reflejaba la solidez defensiva del equipo. Además, también se acabó el invicto cafetero.
Un declive preocupante
La derrota no solo dejó a Colombia en la tercera posición del Grupo A, sino que confirmó una tendencia preocupante. Tras comenzar con una victoria trabajada 1-0 ante Chile y un sólido 2-0 sobre Perú, el equipo dio muestras de desgaste y falta de claridad en su juego pese a que descansó en la fecha anterior. Contra Paraguay, se vio impreciso en la salida, lento en la recuperación e inseguro con el balón, factores que marcaron la diferencia en el resultado final.
Ahora, con seis puntos, comparte el mismo puntaje con Argentina, que es líder, seguido por Chile y Paraguay, mientras que Perú está sin unidades. La próxima prueba para los dirigidos por Hurtado será ante la Albiceleste, en un partido decisivo el sábado a las 7:00 p.m., cuando se jugará la clasificación a la siguiente fase.
El camino que comenzó con ilusión ahora está lleno de incertidumbre. Colombia tiene una última oportunidad para reencontrarse con su mejor versión y demostrar que el golpe ante Paraguay solo fue un tropiezo y no el inicio de una caída sin freno.
