Como si fueran viejos amigos, así fue el encuentro este lunes entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y su homólogo estadounidense Donald Trump. Ambos mandatarios disfrutaron un rato de la compañía en el despacho oval de la Casa Blanca, y hablaron de ciertos temas relacionados con la deportación y la construcción de más megacárceles como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
La visita empezó con un fuerte apretón de manos que demostró complicidad de los dos por ser el primer presidente latinoamericano que Trump recibe en su segundo mandato. Marco Rubio, secretario de Estado, presenció la reunión y escuchó cuando el líder republicano le decía a Bukele que era un presidente joven... o más bien alguien ‘cool’ que realiza un “trabajo fantástico” por su país.
“Usted quiere combatir la criminalidad y nosotros también. Ha sido muy efectivo. Envío un saludo a la gente de El Salvador y déjame decirles que tienen a un fantástico presidente”, le dijo Trump a un Bukele sonriente y tranquilo.
Por su parte, el gobernador salvadoreño afirmó que en su gestión están “ansiosos” de ayudar en las políticas migratorias de Estados Unidos, pues los temas de criminalidad y terrorismo son los que tienen en vilo a ambos países.
“Nosotros somos un país pequeño... si podemos ayudar, lo hacemos. De hecho, señor presidente, tiene que liberar a 350 millones” de estadounidenses de los delincuentes, pero para ello “tiene que encarcelar a algunos. Así es como funciona, ¿no?”, opinó Bukele, que al igual que Trump libra una guerra contra las pandillas.